La UD Almería afronta la temporada 2025/26 en LaLiga Hypermotion con el objetivo de regresar a Primera División cuanto antes. El inicio, con cuatro partidos disputados, ha mostrado un equipo en plena construcción, con virtudes claras en el plano ofensivo pero también con carencias que deben corregirse si quiere sostenerse en la parte alta. Bajo la dirección de Rubi, el cuadro almeriense ha intentado plasmar una identidad reconocible, basada en la posesión ordenada y en la presión tras pérdida, aunque con fases en las que ha sufrido más de lo esperado.
Con cuatro jornadas disputadas, el Almería se presenta como un candidato serio al ascenso, pero todavía en fase de ajuste. El reto de Rubi es transformar las virtudes de su plantilla en un plan estable que resista el desgaste de una temporada larga. Si consigue pulir las transiciones defensivas y encontrar un goleador de referencia, el equipo tiene argumentos de sobra para pelear en la parte alta. El potencial está ahí; falta convertirlo en regularidad.
La inmediata conexión entre recursos y exigencia
En la portería, la llegada de Andrés Fernández ha supuesto un salto de calidad, aunque sea muy veterano. El guardameta, con experiencia en LaLiga y con una gran trayectoria, ofrece liderazgo y seguridad en un puesto que había mostrado cierta irregularidad. Sus reflejos y capacidad para dominar el área han sido determinantes y puede ser el líder que le faltaba al equipo desde la experiencia.
La defensa ha tenido una renovación significativa… Y falta les hacía. Con la incorporación de Chirino como central de referencia, el ex del Castellón aporta agresividad, velocidad al corte y buen manejo del juego aéreo, algo que necesitaba un equipo que en el pasado sufría cuando debía defender lejos de su portería.

Junto a él, veteranos como Aridane, recién fichado, Chumi, Nélson Monte (estos dos últimos lesionados) o la novedad de Bonini, una de las gratas sorpresas del equipo, tratan de dar consistencia. La línea, sin embargo, aún se resiente demasiado ante ataques que buscan la espalda de los laterales, que suelen ser Álex Muñoz, muy resuelto y rápido, junto a Marcos Luna, ambos nuevos fichajes. La capacidad de Rubi para equilibrar esa zona será una de las claves en un proyecto que sabe que la línea defensiva es el eslabón débil sin dudas.
En el centro del campo, el Almería cuenta con uno de sus puntos más sólidos. Aunque Dion Lopy no estará en el Zorrilla por su expulsión, ha asumido galones como pivote de equilibrio, capaz de recuperar balones y dar continuidad al juego con pocos toques. A su lado, opciones como las de Robertone, Guedes o André Horta pueden ofrecer pausa y lectura de partido, mientras que Dzodic y Baba suman físico y llegada en segunda línea.
Ese triángulo central ha funcionado bien cuando el equipo ha logrado imponer su ritmo, aunque en partidos más abiertos ha quedado expuesto, lo que obliga a Rubi a ajustar las vigilancias para no ser superado en las transiciones, ya que, por delante, Arribas suele ser el elegido para aportar ese talento entre líneas. El ataque es, sin duda, la gran baza de este Almería, con jugadores como Embarba o Melamed para dar empaque en banda y que han sido determinantes por fuera, generando amplitud y desequilibrio en los duelos individuales.
Su capacidad para atraer rivales y abrir espacios se complementa con la irrupción de Thalys, fichaje referencia que puede aportar frescura y verticalidad al ataque. El brasileño, joven y con descaro, está llamado a ser uno de los referentes ofensivos de la temporada, con una capacidad innata para encarar y generar peligro desde las bandas.

Aún así, la referencia en punta sigue siendo un debate abierto, pues Rubi puede alternar distintas soluciones, entre delanteros más físicos para fijar centrales y opciones más móviles que favorezcan la circulación ofensiva, con piezas a su disposición como Leo Baptistão o Koné. La falta de un goleador constante ha sido uno de los puntos débiles del equipo en estas primeras jornadas, donde se ha echado de menos la puntería de Luis Suárez. Resolver esa falta de contundencia será vital para que el Almería pueda dar el salto definitivo en la clasificación.
¿Por qué el Almería podría sorprender al Valladolid?
Los de Guillermo Almada, sólidos en líneas generales, han dejado ver que cuando el rival consigue obligarles a replegar demasiado cerca de su área, sufren en exceso para defender la frontal y controlar segundas jugadas. Esa debilidad se convierte en un terreno ideal para el conjunto de Rubi, que cuenta con hombres de banda con capacidad de insistir hasta generar centros peligrosos y con mediocampistas que saben aparecer en la media luna. Arribas y Embarba, muy activos en estos primeros encuentros, tienen el perfil adecuado para desbordar en amplitud y poner balones que pongan en apuros al Pucela.
Otro de los aspectos que el Almería puede explotar es la falta de continuidad del Valladolid en la salida de balón. Almada ha construido un equipo que busca iniciar desde atrás con criterio, pero cuando la presión rival es alta y coordinada, el Pucela comete errores que lo dejan desprotegido. En ese contexto, Rubi tiene la opción de adelantar líneas y utilizar a Horta o Guedes para forzar pérdidas en zonas comprometidas. Con su capacidad para robar y lanzar transiciones rápidas, el Almería puede castigar un punto débil que ya le ha costado al Valladolid fases de sufrimiento en jornadas anteriores.
 
			