Dos meses y medio, apenas 78 días, le han bastado a Álvaro de Pablo para ganarse la renovación. De hecho, menos, puesto que el primero de esos dos meses y pico fue de vacaciones y no comenzó a trabajar como nuevo guardameta del Real Valladolid hasta el pasado 9 de julio, cuando arrancó la pretemporada a las órdenes de Guillermo Almada. Aun así, y aunque no llegó a tener protagonismo bajo el mando del entrenador uruguayo durante este periodo, el cancerbero ha ampliado su contrato por dos años más, hasta el 30 de junio de 2028.
Así lo ha oficializado este jueves la entidad blanquivioleta, que, con esta nueva, ha venido a constatar las buenas sensaciones que ha dejado con su esfuerzo hasta la fecha, aun sin empezar a competir oficialmente, como se espera que lo haga con el Real Valladolid Promesas, con quien sí ha tenido la oportunidad de calzarse los guantes en algún momento de esta preparación; a saber, contra el Rayo Cantabria, el Palencia Cristo Atlético, la SD Ponferradina, el CD Coria o el CD Numancia. Pese a tratarse de amistosos, también ahí mostró su buen nivel.
La normativa, a favor de Álvaro de Pablo
Álvaro de Pablo confirmó su fichaje por el Real Valladolid el pasado 4 de junio, aunque llevaba, como poco, varias semanas hecho y a la espera de que cerrase la participación en el play-off de ascenso a Primera RFEF con el Real Ávila, su anterior club. A sus 23 años recién cumplidos, será uno de los futbolistas de mayor edad -sino el más mayor- cuando la dinámica del primer equipo le permita jugar con el filial, algo que está previsto que haga con frecuencia y siempre que Almada tenga disponibles a Guilherme Fernandes y a Álvaro Aceves.
Álvaro de Pablo 2⃣0⃣2⃣8⃣
El portero del #RVPromesas amplía su vinculación con el Pucela
¡Enhorabuena, @alvarodepablo_! https://t.co/RDCTJf6MQ8
— Cantera Real Valladolid (@RVcantera) August 21, 2025
En este sentido, si alguno de los dos faltase, el técnico charrúa podría tirar perfectamente de De Pablo, que se vería así favorecido por que la reglamentación permite que los guardametas tengan ficha del segundo equipo en edad sub-25, y no sub-23, como impone en otros casos. De esta manera, como sucediera con Arnau Rafús la campaña pasada, no habría inconveniente alguno en que entrase en alguna citación, ya que la normativa de la Real Federación Española de Fútbol (de quien depende el texto) así lo habilita. Lo haría, además, en buena lid, ya que la confianza en él es plena.
Confianza para rato
Sería fallar decir otra cosa, a tenor de la premura de los acontecimientos, sorprendentes por el escaso plazo que ha pasado desde que estampó su firma. Como quiera que firmó por solo una temporada al llegar, y que la creencia en su porvenir es toda -además de que tendría otro año más para poder alternar-, el Real Valladolid se ha guardado las espaldas ante un previsible y deseado rendimiento alto en competición, como el que dio a lo largo del pasado curso defendiendo el arco del Ávila, para garantizarse el control sobre él durante bastante tiempo.
Habrá Álvaro de Pablo para rato, por lo tanto, ya sea simplemente en Los Anexos o quién sabe si algún día en un contexto mayor, como el que tiene los entrenamientos. Por el momento, su compromiso se ha refrendado con la renovación, pero también se ha visto con su desempeño durante esos entrenos de nivel llevados a cabo con el primer plantel, que compagina con sus estudios en Medicina, que cursa desde hace años en Valladolid, donde había militado previamente en el Atlético Tordesillas, donde comenzó a brillar en Tercera División y a forjarse el salto recientemente dado como blanquivioleta.