El riojano, a pesar de no ejercitarse este miércoles, recibió el trofeo “Jugador Cinco Estrellas”, otorgado por la afición

El viento no fue un impedimento para que el Real Valladolid se entrenara este miércoles en Los Anexos, continuando con la preparación del partido ante el Bilbao Athletic. La sesión, que se alargó más de cien minutos, dio muestra de la tremenda importancia del próximo encuentro, después de que en la última jornada regresaran los problemas de la primera vuelta. Al ejercicio no asistieron los lesionados Alfaro y Álvaro Rubio, quienes poco a poco avanzan hacia su recuperación.
Tras la sesión, el propio Álvaro Rubio ha sido nombrado “Jugador Cinco Estrellas” del Pucela en el mes de enero. Un premio otorgado por la afición a través de ‘Twitter’, que le condecora como mejor futbolista blanquivioleta en el inicio de año y que traduce el mensaje de una parroquia que espera ansiosa la vuelta de su capitán.
Después de la ceremonia de entrega del trofeo, el veterano centrocampista atendió a los medios de comunicación. Tras exhibir su agradecimiento a todos aquellos que le prestaron su voto, Álvaro Rubio respondió a varias preguntas sobre su estado, tanto físico como anímico.
Como era de esperar, gran parte de las consultas se centraron en averiguar cuándo sería la fecha de su regreso. Aunque no se pone plazos para su vuelta, si todo va según lo previsto, el logroñés espera que sea la próxima semana. Un regreso que se intuye más que necesario, después de que el Real Valladolid estuviera un tanto espeso en la creación de juego, lo que se ha traducido en dos empates consecutivos –el último acompañado de malas sensaciones–.
En relación con esa anterior jornada, el jugador ha hecho autocrítica y ha manifestado la irritación que produce el no poder conseguir los objetivos propuestos. “Todos sabemos que el partido del otro día no fue bueno. Es una sensación de rabia más que de tristeza”, señaló.
El discurso de Álvaro Rubio ha estado apoyado siempre en palabras humildes y modestas. Ni siquiera en un acto que le nombraba mejor jugador blanquivioleta su mensaje se ha acercado lo más mínimo al a veces encubierto egoísmo. “Lo importante es que el equipo avance. Un jugador no determina cómo está el resto”, afirmó.
Por último, ya con vistas a su reincorporación, el capitán del Real Valladolid se mostró feliz con su nuevo –pero a la vez viejo– compañero Borja, del que se espera sea su mano derecha y pareja de baile en esta segunda vuelta, en la que, según Rubio, no puede haber excusas y donde se tiene que sumar de tres en tres.
