A Ángel García puede que lo recuerden los habituales a Los Anexos como un jugador bravo, como un defensor que exponía su potencia en cada acción por la banda izquierda. Como lateral, fundamentalmente, posición en la que ha terminado haciendo carrera aunque llegase como extremo al Real Valladolid. Brilló dos años en las filas del Promesas y dio el salto al primer equipo, donde no terminó de cuajar. Para terminar de hacerlo, tendría que salir de España y pasar por Polonia hasta arribar a Chipre, donde está inmerso en la búsqueda de un sitio en Europa.
No geográficamente hablando; claro. Lo que busca Ángel García, como capitán del AEK Larnaca, es disputar con su equipo una fase final de una competición europea después de dos temporadas sin hacerlo. Es la UEFA Europa League la competición a la que aspira a retornar, después de disputarla en la 2022/23, la que sería la segunda campaña del madrileño en el conjunto chipriota. Y por ahora la cosa va bien: está a tres partidos de conseguirlo y con la tercera ronda de la fase clasificatoria encarrilada, después de ganar por 4-1 al Legia Varsovia.
En este partido, el exblanquivioleta marcó su segundo gol en lo que va de competición; el que cerró la cuenta para un AEK que cuenta en sus filas con varios españoles más, caso de Pere Pons, que anotó el 1-0, de Miramón o de Jimmy Suárez. El primero le había servido para eliminar al Celje de otra cara conocida en Los Anexos como es Juanjo Nieto, a quien abocó a tener que pelear por seguir vivo en Europa en la UEFA Conference League. La presencia en esta la tiene garantizada Ángel García pase lo que pase. Pero, seguro, querrá ir un paso más allá.
Waldo Rubio, compañero de Ángel García
El lateral izquierdo madrileño militó cuatro temporadas en el Real Valladolid, donde no es sencillo aguantar tanto si, como era el caso, llegas fichado para el filial. No lo era tampoco hace una década, aunque él se lo ganó a pulso: completó su reconversión en el carril aportando once goles entre sus dos cursos en el filial, y cuando dio el salto al primer equipo, allá por 2016, parecía que podía tener un futuro pintado de blanquivioleta. En él jugó año y medio, hasta que se entendió que lo mejor era que saliera, como hizo traspasado a la Cultural Leonesa.
Después de tres cursos en el Wisla Plow polaco, recaló en Chipre en 2021. Y en el AEK Larnaca, ha terminado por convertirse en centenario y capitán, además de anfitrión de Waldo Rubio, que acaba de llegar este mismo verano a la isla procedente de otra como es Santa Cruz de Tenerife. El pacense no ha podido jugar ni la vuelta contra el Celje ni la ida contra el Legia Varsovia, pero sí participó en tres partidos anteriores y dio una asistencia en la primera ronda clasificatoria, en la que los chipriotas dieron cuenta del Partizán de Belgrado.
Aunque comparten pasado, Waldo y Ángel García no llegaron a coincidir en Zorrilla, de donde este último salió meses antes de que llegase el primero. De esta manera, su historia juntos apenas está comenzando, una que en el AEK Larnaca vestirán con la bandera de Europa, aunque todavía les falte saber cuál es la escarapela que podrán lucir. Antes de juntarse, Ángel ha saboreado las mieles de la victoria al elevar al cielo de Chipre la última copa nacional, el cuarto título de la historia del club y que rompió con una sequía de siete años son hacerse con otro.
