Puede resultar inverosímil y paradójico, pero Antony se congeló en el infierno. El joven extremo brasileño que destacó en el Ajax por su técnica, desborde, verticalidad y gol firmó por un Manchester United desesperado, unos diablos rojos que hace ya tiempo que no asustan como antes en busca de volver a arder mediante una chispa. La apuesta económica del club por Antony fue muy importante, pero su rendimiento fue inversamente proporcional e incluso su participación se diluyó hasta ser prácticamente residual.
Acostumbrado a danzar girando alrededor del balón, las vueltas se subieron a su cabeza. Esta temporada se le vio muy lejos de su mejor versión, fue repudiado por los aficionados de Old Trafford y su salida era algo prácticamente inevitable. En el mercado invernal salió cedido al Betis, fue un movimiento extraño y arriesgado, pero Antony respondió desde el primer momento, e hizo del Benito Villamarín su templo, el villano volvió a ser poderoso y acecha con hambre a cada víctima de LaLiga EA Sports.
En diez partidos con los de Manuel Pellegrini ha enterrado los números que hizo en la primera mitad de la campaña con el Manchester United. Antony anotó un gol – en la Carabao Cup – con el conjunto mancuniano y no dio ningúna asistencia. En su nueva vida en Sevilla, lleva cinco goles – tres en LaLiga y dos en la UEFA Conference League – y ha dado el pase de gol en cuatro ocasiones – dos en la competición liguera y otras dos en las europeas -.
Su última gran cita fue el pasado 21 de abril ante el Girona. Un día después de la resurrección de Cristo, Antony se reafirmó como un futbolista que ha vuelto a nacer. Anotó el segundo gol bético en Montilivi, empalmó con una volea un centro lateral y celebró el tanto con sangre fría, con la mirada del asesino en serie de película que se ha dejado llevar por la euforia, conocedor de su poder.
El Betis se encomienda a Isco y Antony
Isco Alarcón y Antony son sin duda dos de los perfiles más creativos del Real Betis. A finales de 2024 y principios de 2025, los de Pellegrini tuvieron un bajón en cuanto a resultados que generó dudas entre los aficionados y la plantilla. Del tres de noviembre de 2024 al ocho de febrero de 2025, ganó dos partidos de once disputados. Perdió cinco duelos, entre ellos uno contra el Real Valladolid, la última victoria de los blanquivioletas, y empató los restantes.
Antony ha sido clave para que, desde la jornada 24, su equipo haya cosechado siete victorias que lo acercan poco a poco a puestos de UEFA Champions League. La subida de moral colectiva ha ido en concordancia con el reseteo mental de un Antony más motivado, feliz y, algo sorprendente, solidario. El extremo siempre confió en su talento para llevar a cabo jugadas individuales que quedaron para el recuerdo en la historia de la Eredivise. Esa faceta no la pudo sacar a relucir en Manchester, pero su intención en la mayoría de ocasiones era ser él el principal protagonista.
Como verdiblanco, ha aprendido a compartir, y se ha dado cuenta de que, cuando este equipo se nota cómodo, lo que se da se devuelve. El principal cambio de Antony ha sido mental. A sus 25 años, esta comenzando a madurar como jugador, a ser más inteligente en la toma de decisiones, pero no deja de lado el ser incisivo y querer penetrar constantemente la zaga rival.
El futuro del extremo es incierto
El próximo mercado va a ser movido para Antony. Evidentemente, el Real Betis quiere hacerse con sus servicios, pero su precio es demasiado elevado. La intención de la directiva es recuperarlo, de nuevo, en forma de cesión, pero, por otra parte. el United quiere recuperar parte de la gran inversión que hicieron con el futbolista – fue tasado en 100 millones -, por lo que todo está en el aire. Lo que parece claro es que su nefasto paso por los Red Devils ha llegado a su fin, pero Antony ha demostrado que en su carrera puede seguir dando pasos hacia adelante. Dicen que los ángeles caídos no pueden volver al Cielo, pero Antony siempre fue rebelde.
