No es nuevo hablar de Arnu, porque no es nuevo hablar de jugadores destacados, en los últimos tiempos, para quienes nos acercamos a Los Anexos. El delantero centro tiene mucho que aprender y mucho que progresar en una carrera que acaba de comenzar. Con solo 18 años, Adrián Arnuncio, alias ‘Arnu’, deberá mostrar que su evolución y su físico no se van a quedar aquí y que tienen aún tan largo recorrido como el que marca su DNI. Una edad perfecta para ver, aprender y aplicar en este mundo complejo que es el fútbol.
Tiene, además, un marco interesante desde el que hacerlo. El Real Valladolid le apoya en su crecimiento y cree en su talento. Dotadísimo en el plano físico, por tener, recién cumplida su mayoría de edad, un físico como el suyo, le ayudará a ser dominante en el área y lejos de él, sabiendo que el fútbol moderno le pedirá siempre un poco más cada día, entendiendo, además, que su perfil de atacante completo debe evolucionar más allá de esa finalización en el área.
Es ahí precisamente donde su despliegue deja dudas, que aunque son razonables, también son poco preocupantes. Su edad y su camino marcan un gran porvenir, con la experiencia de entrar en dinámica de manera regular con los mayores, siendo parte del primer equipo en varias ocasiones esta temporada y con un modelo claro dentro del Promesas que le podría servir de espejo. Jorge Delgado, compañero en el filial blanquivioleta, marca con su camino algunos de los pasos que Arnu debería dar para seguir sorprendiendo.
Jorge Delgado como espejo para Arnu
Arnu es un delantero centro de gran movilidad, con un físico prominente y con grandes capacidades futbolísticas para entender la pizarra. Su lectura del juego y su capacidad para entender cómo y por dónde moverse le hacen más que un simple ariete dominante por potencia, pues se sabe enfrentar a las necesidades autosuficientes de vivir lejos del área. Dicho todo esto, puede parecer simplista decir que lo que necesita Arnu son números, pero la realidad es que le faltan cifras para que su dominancia sea más perceptible.
Es ahí donde Jorge Delgado entra en escena. Sin dominar en algunas de las habilidades que hacen notorio a Arnu, el canterano de 22 años parece tener esa facilidad para aclarar ideas cuando surge la oportunidad frente al portero rival. Si no se le complica de más la jugada, provocando que se enrede en situaciones que le hagan mostrarse menos eficiente, Jorge Delgado tiene una capacidad para leer último pase y convertir que le hacen una pieza esencial para el Promesas. En esta temporada, su brillo es importantísimo para entender que el equipo haya estado, a tramos, cerca del playoff.

Si Arnu consiguiera aclarar mejor su presencia en el área, sería aumentar su techo como delantero aún más. El perfil de este futbolista palentino podría ser muy jugoso para gran parte de los equipos dominantes en el fútbol actual. Siendo un jugador de 2007 (acaba de cumplir los 18 años en marzo), cabe esperar que ese olfato y, sobre todo, esa agresividad a la hora de atacar balón en zonas de finalización, pueda aumentar con una mayor experiencia. Cuestión de tiempo, de trabajo y de paciencia.
Cautos con las prisas, serios con las necesidades
Sería mentir decir que todas estas cosas no revisten gravedad, porque es necesario ponerle atención a todo lo que tiene que ver con los procesos formativos, pero es que Arnu tiene todo para poder ser un delantero muy dominante. A nivel físico, a nivel mental, a nivel táctico… Su capacidad para crecer se ha visto hasta ahora no solo en las categorías inferiores del Real Valladolid, sino también en las citas de la selección española en diversas categorías.
Arnu con la @SEFutbol sub 18. pic.twitter.com/bqe3CU2COf
— Real Valladolid C.F. (@realvalladolid) April 10, 2025
Su presencia en ataque, alimentada por un juego que no esconda sus virtudes, debería ser un punto clave a tener en cuenta para que su evolución sea la óptima. En ese sentido, no duelen prendas decir que, con 18 años, un perfil como el suyo y las cifras que presenta, puede ser pronto para confiar en sus habilidades en un primer equipo, aunque la dinámica permita que su contribución pueda ir aumentando en la próxima campaña.
Esa pausa o paciencia en los plazos debería tenerse muy en cuenta para no obstaculizar la obtención de esos números que estabilicen su rol como delantero y añadan luz a su techo como futbolista. El Promesas debería ser suyo por derecho con Jorge Delgado (cuatro años mayor, cabe recordarlo) en el primer equipo, con apariciones puntuales que puedan darle capacidad para mostrarse en Segunda División. Una temporada en la que el Valladolid, por necesidad y convicción, deberá mirar, más que nunca, a Los Anexos.
			