Un arqueólogo ha tenido la suerte de descubrir unos jeroglíficos de Ramsés II. Está claro que cualquier arqueólogo daría lo que no tiene por haber sido el responsable de este descubrimiento, que no es otro que estos mensajes encriptados en la cima del obelisco situado en París.
Lo más curioso es que el descubrimiento que se ha dado en uno de los puntos más turísticos de París, se debe a un paseo del arqueólogo por la capital francesa, como ocurre con muchos de los descubrimientos que se dan en un momento dado, de una forma similar.
Los jeroglíficos de Ramsés II
Lo que tienen los jeroglíficos que ha descubierto este arqueólogo es que, además de pertenecer a este monumento de la época de Ramsés II, son bastante complejos al parecer y difíciles de descifrar.
El medio de comunicación Sciences et avenir, ha publicado que ha sido el egiptólogo Jean-Guillaume Olette-Pelletier, que es también profesor en la Universidad de París Sorbona y en el Instituto Católico de París, el responsable de este importante descubrimiento que llevaba más de 100 años sin ser advertido por nadie.
La forma en la que se ha descubierto esto por parte del arqueólogo, es bastante especial y sorprendente, por otro lado.
Cómo lo ha descubierto el arqueólogo
La forma en la que el arqueólogo ha descubierto estos jeroglíficos en el obelisco, no ha sido otra que dando un paseo por la zona en la que está afincado. Sin duda un hallazgo que quizás podría haber descubierto cualquiera, aunque al parecer solamente se atisban desde un punto específico, por lo que no es extraño que haya sido un arqueólogo quien los ha descubierto.
Sobre todo porque alguien que es arqueólogo, sabe observar este tipo de monumentos y, por ende, donde puede descubrir cosas que otras personas no ven. Simplemente por los conocimientos que tiene de la profesión y sobre cómo procedían en épocas anteriores y a la hora de crear este tipo de reliquias.
El obelisco proviene del Antiguo Egipto y estuvo en el templo de Luxor hasta que en 1928 el virrey egipcio Mehmet Ali se lo regaló a Francia. Por ello lleva ya casi 100 años en el lugar en el que está, uno de los sitios más visitados de Europa, probablemente. Al estar las inscripciones en la cima, quizás no ha sido fácil para otro arqueólogo descubrirlas antes.
Lo más llamativo es que hay hasta siete tipos de jeroglíficos, lo que hace que este descubrimiento sea difícil de descifrar. Un reto no solo para el arqueólogo que los ha descubierto, sino para otros colegas y otras colegas de profesión. Lo que sí se sabe de estas inscripciones de la época de Ramsés II es que tiene un toro que simboliza la fuerza vital, además de otros símbolos bajo los que se esconde el mensaje: “Apacigua la fuerza ka de Amón”.
Unos jeroglíficos complejos
Este arqueólogo, eso sí, no hizo el descubrimiento con un simple paseo casual en su tiempo de ocio. Este se dirigía a la zona en varias ocasiones, para observar con prismáticos el obelisco. Lo hizo durante la pandemia de 2020, sobre todo, durante la que muchas personas teníamos más tiempo para este tipo de cosas.
El arqueólogo ha estado acercándose al lugar para observar el importante monumento, hasta que ha dado con estos jeroglíficos que son bastante complejos de descifrar, hasta el punto de que solamente algunos arqueólogos muy expertos en la materia y con amplia experiencia, pueden hacerlo.
Estos jeroglíficos se conocen en el sector como criptografía jeroglífica múltiple, por su complejidad. Una vez que el arqueólogo ha conseguido descubrirlos, solo queda saber si otros colegas de profesión podrán descifrarlos, ya que en muchos casos este tipo de trabajos son en equipo y llevan su tiempo.
 
			