La afición cree que ese debe ser el objetivo del Real Valladolid Promesas, que es lo que hará como conjunto y que hay varios jugadores preparados para hacerlo al primer equipo.
Ascender, ascender y ascender. En esas tres palabras se resume lo que espera la afición del Real Valladolid esta temporada de su filial. “¿Por qué tres? ¿No es acaso la misma?”, se preguntarán. Sí pero no. Porque cada una sirve para dar respuesta a una de las preguntas planteadas en la macroencuesta realizada por este portal en fechas recientes, así que vayamos por partes.
Preguntábamos, en primer lugar, cuál es el sitio que corresponde al Real Valladolid Promesas, bajo la fórmula “¿Cuál crees que debe ser el objetivo?”, y la opinión de los encuestados es clara: estar lo más arriba posible, como si de esa manera se asegurase la formación. Pero desgranemos los resultados.
Solo un 9% disocia formación de rendimiento y dice que la mentalidad ha de ser puramente formativa. Un 38% afirma que ambas cosas han de ir de la mano, que el filial debe luchar por entrar en el play-off y hacer crecer a jugadores de los que el técnico del primer equipo pueda echar mano. El porcentaje mayoritario, sin embargo, un 61%, opina que el segundo equipo de un Primera debe estar sí o sí una categoría por encima del blanquivioleta, en la Segunda B, y que por tanto se ha de ascender sí o sí.
La cuestión es que los seguidores del portal que se han manifestado por medio de la encuesta no solo creen que el conjunto que dirige Javier Torres Gómez debe subir, sino que, espoleados por el buen inicio de campaña, solo empañado por el inesperado tropezón ante la Sociedad Deportiva Almazán, piensan que así lo harán.
No obstante, aun siendo más los que apuestan por el ascenso, la opción no alcanza un quorum que invite a pensar en que la confianza es ciega, ya que el 40% ostentado choca con un 33% de aficionados que creen que promocionarán sin ascenso y, en menor medida, con el 27% que considera que lucharán por play-off.
Vaya, que ascenso sí, aunque con reservas. Los hay que no se mojan y los hay que no lo hacen tanto. Caso distinto es el de la siguiente pregunta, que obliga casi a hacerlo, puesto que pregunta de modo directo si se espera o no la aparición de algún canterano durante la temporada. Aquí, el debate, es incluso más cerrado, ya que un 43% opta por el escepticismo y cree que sería una sorpresa que ocurriera, mientras que un 39% cree que sí, que hay jugadores con condiciones.
Curiosamente, a pesar de que un 18% cree que no hay potencial en el filial, son más los votos recogidos en la última cuestión que en esta. Y es que, si descartamos a los veinte que han dicho que no hay nivel como votantes para la última pregunta, deberían ser poco más de setenta los votantes que den nombres de jugadores que podrían participar con el primer equipo. Y sin embargo, ha habido cincuenta respuestas más de las esperadas.
La mitad de los seguidores de Blanquivioletas que se pronunciaron han apostado por Zubi como una de las opciones a ver, quizá, a las órdenes de Juan Ignacio, algo que ya ocurrió en el envite ante el Valencia del Trofeo Ciudad de Valladolid. Dejando al extremeño al margen, y como las opciones son nada menos que veintidós, parece más o menos lógico que los porcentajes estén bastante repartidos, como de hecho ocurre.
Jorge Pesca, ya asentado en la posición de central con la que tanto se empeñó Miroslav Djukic, alcanza un 43%. Xavi Carmona, pese a ser un recién llegado, por sus apariciones con el primer plantel y buenas actuaciones en el segundo, se ha ganado ya la confianza de un 36%. Y Amaro e Iván Casado, que ya saben lo que es trabajar siendo parte del equipo profesional, llegan al 20%, como Anuar y Keven Alemán, dos jugadores que formaban parte del Juvenil División de Honor el pasado curso.
Quizá por su buen inicio, y a la vez porque a él no se le ha visto arriba, aunque fuera convocado ante el Atlético de Madrid, Vadillo no alcanza esa cifra. Está parejo con Alberto, empero, y por encima de otros fichajes como Adrián Jiménez o Cayetano o de nombres más conocidos como los de Ruba, Fran No o Rubén Díaz. El de Rodrigo, que también lo es, ocupa una de las últimas plazas, como el de Julio, lo que indica que tampoco la afición confía demasiado en la portería.
Como conclusión, se puede extraer el que los seguidores de Blanquivioletas confían en que el Real Valladolid Promesas haga un buen papel esta temporada, cuanto menos, rozando el ascenso, objetivo que debe tener siempre que el primer equipo se encuentre en Primera División, para facilitar el salto de jugadores del perfil de Zubi, Pesca o Carmona, principales candidatos a darlo.
