El mediocentro, procedente de la primera división de Hungría, se convierte en la sexta cara nueva del Promesas

Ayub El Harrak Rouas fue el segundo fichaje que se dio a conocer en la primera sesión de entrenamiento del Real Valladolid Promesas y el sexto en lo que va de mercado estival. Al igual que Brian Oliván, el futbolista de origen árabe se compromete con el conjunto pucelano hasta junio de 2015, tiempo durante el cual el filial militará en la Segunda División B.
El joven futbolista, de veinte años, juega de mediocentro, aunque también puede actuar en la mediapunta, ayudando a crear un fútbol creativo. Los que le conocen le definen como “un medio muy técnico, ofensivo”, y con “una gran visión de juego”. Además, como persona reconocen que es “de diez, no se mete con nadie y es el mejor compañero que se puede tener”. Junto a ello, en su historial no figuran lesiones de gravedad, y, tal y como se pudo ver en la primera sesión, llega al filial en buenas condiciones físicas.
De Mataró a la primera división de Hungría
El nuevo jugador blanquivioleta se crió en el Club Deportivo Mataró, a donde llegó después de pasar por Argentona, Premià de Mar Vilassar de Mar –localidad de nacimiento de Rubi–. Allí, en Mataró, jugó en la División de Honor juvenil y llegó a disputar varios encuentros en la Segunda Catalana, con el primer equipo.

Tras su despedida del club catalán, fichó por el MTK Budapest de la primera división de Hungría, con quien firmó por dos temporadas. Fuentes cercanas al jugador reconocen que sopesó ofertas de filiales de varios equipos de la élite en España e incluso de otros extranjeros, pero que fue la insistencia que el club húngaro mostró por él la que declinó la balanza.
Sin embargo, en el MTK no tuvo demasiada presencia, ya que apenas jugó un puñado de partidos a las órdenes de József Garami. Así, tras su experiencia frustrada en el extranjero, recala en el filial del Real Valladolid para ganarse un hueco en el conjunto de Rubén de la Barrera y competir contra jugadores como Anuar o Alberto.
Viejos conocidos
Pronto, Ayub comenzará a compartir vestuario con un Sekou Gassama que probablemente le sonará familiar. Y es que ambos han sido rivales en los terrenos de juego, tal y como explica Nabili El Quaissi, íntimo amigo de Ayub. Nabili y Sekou fueron compañeros en el Sant Andreu, primero en Juvenil Preferente y luego en el División de Honor, mientras Ayub jugaba en el Vilassar de Mar y en el Mataró. Cuando Sekou se fue al Damm, Ayub siguió en Mataró y Nabili en el Manlleu. Y, al finalizar la campaña 2012/13, Ayub se marchó a Hungría.
