Gabriel Barès ya es historia en el Burgos CF. Efímera, de esas que pronto se borran, puesto que el suizo no ha durado más que siete meses en la entidad blanquinegra. Después de llegar durante el pasado mercado invernal a El Plantío, el centrocampista helvético se despide de ‘Los hijos del frío’, tal y como se esperaba que sucediera, si bien lo hace de una manera distinta a la que cabía esperar: previa rescisión de contrato, como ha hecho oficial este miércoles la entidad en un comunicado. No en vano, Barès estaba entre los señalados por Luis Miguel Ramis para abandonar el club, aunque se esperaba que lo hiciera en calidad de cedido.
Y es que allá por enero, cuando llegó procedente del Montpellier, Barès se convirtió en una apuesta a medio o largo plazo de la entidad burgalesa, ya que firmó por año y medio, tiempo aparentemente suficiente como para que llegara a adaptarse al fútbol español. No en vano, llegaba con más de un centenar de encuentros en la élite y procedente de un equipo de la Ligue 1, máxima categoría del fútbol galo, que si bien lo había prestado en varias ocasiones a otros clubes, llegó a tenerlo en su disciplina y a hacer que jugase varios partidos.
Barès no convenció a Ramis
A su llegada, a Gabriel Barès le costó encontrar acomodo en los planes de Luis Miguel Ramis, quizás debido a que, aunque es un futbolista de talento, creativo y con vocación ofensiva, no terminaba de tener una continuidad en sus acciones, que entraban fácilmente por los ojos, pero no se enlazaban unas con otras. Así, sus destellos se vieron por delante del centro del campo, pero, a pesar de su estatura, no parecía ser un jugador apto para jugar en el doble pivote. Y como quiera que Ramis tiende a jugar con un 1-4-4-2, no se pudo hacer un sitio.
Cuatro partidos son su exiguo bagaje como jugador del Burgos, dos como titular y dos como suplente, en los que, a sus 24 años -cumple 25 este viernes- pareció más una promesa que una realidad. Es por ello que desde el principio del verano estaba llamado a dejar el equipo, aunque quizás cedido y con una opción de ampliar. No ha sido el caso, ya que el Burgos ha optado por rescindir ese año que le restaba de contrato a Barès, cuyo futuro, no obstante, no es del todo libre, dado que un porcentaje de una futura venta iría a parar a las arcas burgalesas.