Blanquivioletas
  • Primer equipo
  • Cantera
  • Fútbol provincial
  • Fútbol regional
  • Opinión
  • Actualidad
  • EN
Blanquivioletas

Besos o abrazos

por Alberto Lario
2 de junio de 2012
Cerebro Corazón

“El punto de partida es tener autocrítica”

Aridane Hernández, 20 años después

Cadena SER: robo de cobre en Zorrilla

Aunque a Alberto Lario la cabeza le dice que no habrá ascenso directo, en el corazón guarda aún alguna esperanza de que este domingo el Real Valladolid celebre que es de primera.

 

Vujadin Boskov“Fútbol es fútbol…”, “no hay rival pequeño…”, “el fútbol es un deporte de once contra once…”. Clásicos tópicos vinculados al balompié y que a ningunos nos son desconocidos. Expresiones que denotan obviedades de este deporte y que la gente emplea en numerosas ocasiones. ¿Cuánto tiempo hace que surgieron? No se sabe con exactitud, pero lo que sí que conocemos es la fecha en la que empezó a fraguarse una nueva expresión que en los últimos tiempos puede aplicarse a determinados partidos, fundamentalmente de final de temporada.

Corría el quince de mayo de 1994 cuando dos equipos, Real Valladolid y Real Club Celta, jugaban en el Nuevo José Zorrilla un partido dramático para los intereses de ambos; un partido que podía dar con los huesos de alguno de ellos en segunda división. La intrahistoria de ese encuentro radicaba en que con un punto el Celta se salvaba automáticamente y con un punto el Valladolid se aseguraba jugar la promoción evitando el descenso automático.

No se sabe si fue pactado, o debido al miedo de acabar en segunda, o simplemente por la coherencia de jugar con un resultado satisfactorio para ambos; el caso es que el partido acabó con empate a cero… pero sin generar ocasiones, sin acercarse a las áreas rivales; jugando ambos equipos al toque como si de una pachanga de entrenamiento se tratara. Es aquí cuando la grada empezó a corear con sorna un: “Que se besen, que se besen…”.

Tras este prólogo tenemos la evidencia de que en muchas ocasiones, al terminar la competición, surgen partidos donde cierto resultado beneficia a los equipos que los disputan. Casos claros, además del citado Real Valladolid – Celta, son el Alemania -Austria de 1982, el Suecia – Dinamarca de 2004, Las Palmas – Rayo Vallecano de 2009, el Valencia – Levante de la temporada pasada, o los famosos ‘Pactos de Llanes’ entre Sporting de Gijón y Racing de Santander.

Pues bien, este próximo domingo, en Balaídos, se vuelve a dar una ocasión similar: al Celta le hace falta un punto para ascender matemáticamente, y al Córdoba un punto para asegurarse jugar la promoción de ascenso. La lógica obliga a pensar que el partido terminará con un empate. La cabeza de la mayoría de los aficionados nos dice que la ‘X’ en la quiniela es segura. Que en Vigo se podrá escuchar perfectamente ese ya conocido “que se besen, que se besen…”.

Ahora bien, el corazón de algunos no permite que hablemos de besos; prefiere los abrazos… En este caso, abrazarse al clavo ardiendo que ofrece esa mínima posibilidad de que el Valladolid ascienda directamente. Una remota y matemática opción que permite conseguir el premio de la primera división, y que pasa por una victoria del Valladolid en Zorrilla frente al Guadalajara y una del Córdoba en Balaídos frente al Celta.

La primera parte de la ecuación no es a priori complicada, pero la segunda ofrece alguna duda… ¿Saldrá el conjunto cordobés a por los tres puntos en Vigo para conseguir una mejor clasificación para la promoción y demostrar la profesionalidad de sus jugadores?, o por el contrario, ¿no querrá correr riesgos de quedarse sin las eliminatorias de ascenso, pese a poder quedar en el peor puesto, y se limitará a jugar al toque sin arriesgar lo más mínimo?

Ante esta empresa, mi corazón dice que el Córdoba pegará el petardazo en tierras gallegas y que acabará como cuarto clasificado asegurándose una mejor posición para disputar la promoción de ascenso y así evitar, de primeras, rivales más complicados. Por el contrario, mi cabeza me dice que el empate en Vigo es inminente, y que otro resultado que no sea el empate es imposible. De hecho, las casas de apuestas han eliminado ese partido por considerar el resultado final pactado de antemano.

Cosas mucho más difíciles se han visto en este deporte; cosas increíbles e impensables. Ya sabemos: “Fútbol es fútbol…”, “no hay rival pequeño…”, “el fútbol es un deporte de once contra once…”. Pasión o lógica. Corazón o cabeza. Besos o abrazos.

  • Aviso legal
  • Política de cookies
  • Contacto

© 2025 Blanquivioletas

  • Primer equipo
  • Cantera
  • Fútbol provincial
  • Fútbol regional
  • Opinión
  • Actualidad
  • EN

© 2025 Blanquivioletas