El Burgos CF ha dicho basta. El club blanquinegro, en un comunicado paternalista, pero cargado de razones, ha pedido a sus aficionados que cesen en actitudes tan reprochables como las vividas contra el Real Valladolid, en un derbi que se saldó con catorce denuncias por parte de LaLiga, y que dejen de una vez por todas a un lado el odio dentro del fútbol. “El Burgos CF trabaja arduamente por luchar contra la violencia en el mundo del fútbol e intentar erradicar todas sus formas dentro de El Plantío”, inicia la misiva, cuyos ecos están por verse.
Esa ardua tarea, contra conductas que han llevado también a que el partido de Copa del Rey contra el Atlético Tordesillas sea declarado de alto riesgo, debido a la tensión vivida en Castañares en el partido de ida de la final regional por el ascenso de la pasada temporada, recuerda la entidad burgalesista que lleva aparejado un coste, y lo hace de la siguiente manera: “Debido al coste que acarrean las multas por los cánticos y mensajes de odio durante los partidos, el club pierde la oportunidad de invertir ese dinero en actividades de cantera, en mejora de infraestructuras, material, etc”.
Es por ello que el Burgos ruega “a todos los aficionados que se abstengan de las muestras de violencia u odio durante los partidos”, a través -fundamentalmente- de los cánticos que se profieren con relativa frecuencia, sobre todo, desde el sector de El Plantío donde se ubican los aficionados más radicales. Y es que un “pucelano el que no bote” no tiene maldad; es una mera expresión de rivalidad, pero otras expresiones que resultan bastante más altisonantes, tal y como insiste el comunicado, repercuten “de forma negativa en la imagen de la institución y en la salud financiera” del club. “Juntos, por un fútbol tolerante y para todos los públicos”, finaliza la misiva.
Comunicado oficial: El Burgos CF contra el odio y la violencia en los estadios.#BurgosCF
— Burgos Club de Fútbol (@Burgos_CF) October 24, 2025
