La primera sesión de la pretemporada del Real Valladolid estuvo marcada por las altas temperaturas y por la presencia de los nuevos fichajes sobre el césped de Los Anexos
Primer día de curso para el Real Valladolid con Luis César Sampedro al frente de la nave blanquivioleta. La sesión de trabajo, desarrollada sobre el césped de Los Anexos, se celebró en un día marcado por la llegada de tres nuevos refuerzos: Borja Fernández, Pablo Hervías y Deivid.
Los tres se ejercitaron junto a sus nuevos compañeros en un entrenamiento que comenzó un cuarto de hora más tarde de lo previsto.
El central, de cuya incorporación se tuvo noticia veinte minutos antes de la hora fijada para el inicio, aún tenía que firmar su contrato. Tras el paso por las oficinas del club, el canario se vistió de corto y se puso manos a la obra.
La expectación era máxima en los minutos previos al comienzo de la sesión. A pesar del calor, un centenar de aficionados se desplazó hasta Los Anexos para poner cara a los ‘nuevos’. Y no eran pocos que se diga. Empezando por el cuerpo técnico, en el que Luis César Sampedro y Álvaro Rubio fueron los más aplaudidos, y continuando por los fichajes.
La afición dio una bienvenida especialmente calurosa a Borja, mediocentro que encara su tercera etapa como blanquivioleta. También animaron a Hervías y Óscar Plano, mientras que otros como Sulayman o Antoñito permanecieron en un discreto segundo plano.
En líneas generales, el primer entrenamiento dirigido por Sampedro fue una toma de contacto del técnico con sus nuevos pupilos. En medio de un ambiente distendido, los blanquivioletas realizaron varios rondos y carreras antes de comenzar con los tiros a puerta.
El gallego, escondido tras una gorra que le protegía del intenso sol, se mostró en todo momento muy observador, delegando la batuta de mando en Fran Albert, preparador físico. Solo al final de la sesión, cuando comenzaron las jugadas de estrategia, se vio al Sampedro más activo.
El técnico blanquivioleta hizo especial hincapié en los cambios de juego y en la basculación, poniendo también especial atención en corregir los desajustes defensivos. Conocedor a la perfección de las cualidades de sus jugadores, Luis César no pudo evitar sorprenderse con las ofensivas dirigidas por Hervías, que sin duda cumplió con creces las expectativas de la afición.
La cantera, clave para el regreso a Primera
La primera sesión de la era Sampedro contó con la participación de nueve canteranos, respondiendo así a una demanda bastante repetida por la afición. Tanis, Calero, Mario, Anuar, Mayoral, Dani Vega y Samanes, del filial, se ejercitaron junto a los juveniles Apa y Miguel.
Precisamente este último fue uno de los que más concentrado estuvo, llegando incluso a enfadarse cuando se le escapó el balón en el rondo. Conscientes de la importancia de la pretemporada para su futuro más inmediato, los canteranos dejaron unas sensaciones más que satisfactorias.
Una entrega, a pesar de ser el primer día de trabajo, que se vio recompensada con el reconocimiento de los aficionados que observaban desde la grada. La hinchada coincidió al destacar la importancia que deben tener los jugadores de la casa durante la temporada que está a punto de comenzar, valorando especialmente las aportaciones de Anuar, Mayoral y Calero.
Aunque, en su opinión, aún quedan fichajes por hacer, los aficionados creen que las mejores incorporaciones son las que provienen de las categorías inferiores. Así, la apuesta por Anuar para cubrir el centro del campo está más que justificada. La hinchada blanquivioleta lo tiene claro: el Real Valladolid debe apoyarse en la cantera para regresar a Primera.