
Con algo de retraso conforme al horario previsto por la tardanza del alcalde de la ciudad, Javier León de la Riva, Carlos Suárez comparecía ante los medios de comunicación flanqueado por éste y por el presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero, para anunciar su conversión en máximo accionista del Real Valladolid.
Carlos Suárez Sureda, presidente del club en los últimos diez años, pasa de ser un gestor, un empleado, a encontrar su patrimonio empleado en un proyecto personal capital, en una fuerte apuesta a quince años con la que nadie contaba.
No han trascendido las cifras económicas del acuerdo, pero sí el tanto por ciento con que se hace, casi un sesenta por ciento, procedente del paquete accionarial de las hermanas Saralegui y las diversas entidades de Nacho Lewin; así como el momento en que se cerrará defintiivamente la operación, el próximo mes de agosto.
Reconoció pasadas ofertas, cuyo rechazo estuvo vinculado al escaso o nulo arraigo que el grupo accionarial anterior veía en quien ofertaba. Probado el suyo, en adelante habrán “cambios radicales. Hay que darle la vuelta al club como a un calcetín”.
La apuesta personal lleva aparejado el empeño de su patrimonio personal para los próximos quince años, y muy posiblemente una ampliación de capital en las que se espera cubrir una cantidad lo más cercana posible a los diez millones de euros, con el fin de dar viabilidad al proyecto.
“Mi proyecto es el Real Valladolid, que va a ser gobernado por una sola persona”, algo que no ha ocurrido en los diez años precedentes por lo variopinto de un consejo de administración que dejará de mandar para ser mandado.
Carlos Suárez rechazó, sin descartarla, la posibilidad de acudir a la ley concursal, por más que aventure un futuro complicado. En este sentido, ha pedido apoyo a la Agencia Tributaria, a sabiendas de que es uno de los principales acreedores de su nueva posesión.
Afirmó confiar en la viabilidad del Proyecto Arena, si bien vinculó la presencia del alcalde y del presidente de la Diputación de Valladolid no con el dinero, sino con el compromiso de y para la sociedad vallisoletana.
En este sentido, tanto León de la Riva como Carnero quisieron agradecer a Suárez la confianza y valentía con la que afronta su nueva etapa al frente del club y solicitar el apoyo a toda la ciudad para la toma de futuras decisiones, las cuales en el ámbito estríctamente deportivo comenzarán a hacerse públicas mañana mismo.