Siempre se ha dicho que es difícil encontrar un delantero centro goleador en cualquier mercado de fichajes. De hecho se dice porque es cierto. La realidad es que no es sencillo tener un jugador que asegure, a lo largo de la temporada, una decena de goles que te ayude en tus objetivos. Gorka Carrera es uno de ellos y le está dando mucho chance a su equipo, la Real Sociedad B.
Un contexto que no viven algunos de los equipos de LaLiga Hypermotion, que ya tienen efectivos cerca de estas cifras, como Racing, Deportivo de la Coruña o la propia Real Sociedad B, que tiene entre sus filas a un Carrera que ya impresiona con su facilidad para encontrar portería en un equipo que bebe de su acierto y de su capacidad para abrir vías al gol, también, a sus compañeros.
Con seis goles anotados y otros tres generados por asistencias, Carrera es una de las piezas clave de este nuevo proyecto en Segunda División del Sanse. Capitaneado por Jon Ansotegi, mítico asistente de Alguacil en el filial y más tarde en el primer equipo, el entrenador vizcaíno sigue su camino en el filial donostiarra encauzando el talento de Zubieta y creando un escenario propicio para que jugadores como Gorka Carrera sigan luciendo y acercando a la Real Sociedad B a la siempre ansiada permanencia en LaLiga Hypermotion.
Así juega Gorka Carrera
Gorka Carrera nace en Rentería, Guipúzcoa, en mayo de 2005. Es allí donde empieza a dar patadas al balón, en el Vasconia Donostia y en el Berio Futbol Taldea, y donde lo descubren los ojeadores de la Real Sociedad. Delantero centro con poca vocación lejana al área, pero con virtudes para explorar las vicisitudes de una posición en constante cambio y que, en la actualidad, es muy exigida por quieres piden más al atacante. Sus virtudes destacan por su velocidad para encontrar los huecos y por su buena lectura para entenderlos, así como su golpeo, donde suele destacar en disparos desde fuera del área.
Sin ser un jugador muy alto (apenas 1.82 metros), sus disputas suelen ofrecer acomodo de espaldas a portería y su entendimiento del juego le hace ser una vía hábil para crear segundas jugadas. Es la visión la que le da un punto diferencial con respecto a otras opciones, con tres asistencias fruto de esa buena lectura de juego y de su movilidad como atacante.
Con la idea de ser un recurso ofensivo más allá del remate pero íntimamente ligado al gol, la evolución de Carrera es más que fiable, por ese recorrido extraño pero muy interesante por unas habilidades que, sabiendo que su perfil es puramente el de ariete, sorprenden y complementan muy bien la idea de atacante de Ansotegi.
Aunque con un techo aún por descubrir, sus cifras esta temporada ya dan que hablar y muestran que puede ser uno de los jugadores más notables en el esquema del entrenador vasco, que confía en sus virtudes desde el principio para darle sentido a la verticalidad de un sistema que se apoya, generalmente, en un único punta referencial.
Dentro de un equipo que aspira a resistir en la categoría, Gorka Carrera es la luz al final del túnel para una Real Sociedad B que necesita asirse a la cuerda de los goles para seguir construyendo el viaje que, después de tres años desde su última caída desde el segundo nivel, pretenden conseguir estabilizarse en Segunda División. La exigencia siempre es enorme pero la capacidad de seguir formando futbolistas de nivel es mucho más fácil de vislumbrar tan cerca de la élite. En las botas de Carrera y de algunos de sus compañeros están los argumentos de un Sanse que vive, hoy, de los goles del de Rentería.