El descenso del Real Valladolid y el ascenso del Burgos duplican la presencia de los conjuntos de la comunidad en la categoría de plata
La presencia de equipos de Castilla y León entre los 42 conjuntos de LaLiga será mayor la próxima temporada. El ascenso del Burgos a Segunda División hace que vayan a ser cuatro los clubes que estarán entre los elegidos, todos ellos en la segunda categoría, después de que el Real Valladolid confirmase su descenso ayer sábado.
Entre los 22 militantes en la actual Liga SmartBank continuarán la Ponferradina y el Mirandés, a quienes les quedan dos jornadas por disputar, aunque ya sin opciones de alcanzar posiciones de playoff a Primera y, en cualquier caso, de sobra salvados. Por tanto, serán ocho los derbis, teniendo en cuenta a Pucela y Burgos, los que cada uno de ellos afrontará.
El Real Valladolid sabe lo que es enfrentarse a bercianos y mirandesistas recientemente en partido oficial, dado que se vio las caras con ellos en Segunda en su última estancia en Segunda, antes de ascender en 2018, no así con el Burgos, con quien se enfrentó por última vez en Liga en 1976, antes de la refundación del club blanquinegro en 1994.
Por su parte, el conjunto que ha llevado a la Segunda División Julián Calero, que vuelve a la categoría de plata después de su última estancia en la temporada 2001-02, siempre se ha enfrentado a la Ponfe en la ya extinta Segunda División B, siendo en 2019 su último encuentro. El derbi de la provincia, mientras tanto, se produjo por última vez en 2018.
Su ascenso, tras imponerse por la mínima al Bilbao Athletic, celebrado por los miles de aficionados desplazados a Extremadura, al Francisco de la Hera, contrastó con la discreción con la que el Pucela sufrió el descenso, sin público y cobrándose este domingo las primeras ‘víctimas’ en forma de despidos: Sergio González y Miguel Ángel Gómez, ya exentrenador y exdirector deportivo.