El Chelsea rompió la ilusión de todo un país. En el horizonte se divisaba un duelo entre equipos brasileños en las semifinales del Mundial de Clubes. Un hito histórico para el fútbol sudamericano, y más concretamente para Brasil. Fluminense cumplió su parte del trato a las 21:00 horas frente a Al-Hilal, sin embargo Palmeiras no pudo acompañar a sus compatriotas en la penúltima ronda del torneo. Los de Abel Ferreira remaron hasta el final… para acabar “muriendo en la orilla”, y lo hicieron de forma cruel, con un autogol. El destino tenía preparado un desenlace amargo para ‘El Verdão’, que se puede ir muy satisfecho de su desempeño en la competición. Adiós a la semi brasileña. Ya no está asegurado un conjunto carioca en la gran final.
Estevão no fue suficiente
Los ‘blues’ fueron claros dominadores de la primera mitad. Enzo Maresca, pese a no implantar un estilo de juego demasiado atractivo o vistoso, sí que ha logrado que su equipo compita con garantías en prácticamente cualquier contexto. Y lo volvieron hacer ayer. Cole Palmer, que había estado bastante desaparecido a lo largo del Mundial Clubes, estrenó su cuenta goleadora en el minuto 16. Una gran jugada individual del internacional inglés: toma el balón en la frontal del área, se gira con finura, conduce y la pone rasa pegadita al palo.
El gol le sentó bien al Chelsea que empezó a encerrar atrás a un Palmeiras sin ideas y tremendamente plano en el aspecto ofensivo. Los brasileños lograron aguantar con el 1-0 hasta el descanso y en los segundos 45 minutos la contienda se igualó mucho más. El conjunto sudamericano dio un paso adelante y de la mano de Estevão logró el empate en el 53′. La perla de 18 años se la lió a su futuro equipo con un auténtico golazo. El extremo, que se incorporará a la disciplina ‘blue’ en los próximos días, se sacó de la manga un remate irreal. Disparo casi sin ángulo que rebota en el larguero y se cuela en la red.
Con una igualdad total en el marcador y en el terreno de juego, el partido se encaminaba a la prórroga; sin embargo el Chelsea propinó un mazazo definitivo a Palmeiras a menos de diez minutos para el final. Un centro al área de Malo Gusto terminó con un fatal desenlace. Agustín Giay, en el intento de cortar el envío, terminó introduciéndose el esférico en su propia portería. 2-1 y Palmeiras eliminado.
Fluminense es inmortal
El orgullo y prestigio del fútbol brasileño lo seguirá defendiendo Fluminense, el único de los cuatro equipos del Brasileirao que sigue con vida en este Mundial de Clubes. Y sigue con vida tras eliminar a Al-Hilal en los cuartos de final.
En un encuentro muy reñido, los cariocas superaron a un cuadro saudí que pecó de fragilidad defensiva. El Flu se adelantó en la eliminatoria con un grandísimo gol de Martinelli. Fallo en el despeje de Cancelo, Fuentes cede el balón atrás y el ‘8’, tras un control orientado fantástico, saca un chut directo a la escuadra.
Al-Hilal, ya en la segunda parte, logró empatar el encuentro. Marcos Leonardo pescó un balón muerto en el área pequeña para fusilar la meta carioca. Los despistes y los errores defensivos a estas alturas del torneo cuestan muy caros y Al-Hilal lo pagó en el minuto 69. Balón llovido que hace bueno Hércules, el centrocampista llega al área y define a la perfección cruzando el balón. El 2-1 de Fluminense fue demasiado para los saudíes.
El conjunto de Río de Janeiro, tras dejar por el camino a Inter de Milán y Al-Hilal, quiere seguir alargando el sueño y quiere volver a dar la sorpresa frente al Chelsea.