El Real Valladolid Promesas cayó derrotado por uno a dos ante el Somozas en su despedida de la temporada en casa, en un partido sin apenas intensidad marcado por el infortunio
El Real Valladolid Promesas no pudo cerrar la temporada en casa con un triunfo. Por segunda vez consecutiva, como ya pasó contra el Sporting de Gijón B, cayó derrotado ante un Somozas que puso un puntito más, pero solo. De hecho, ganó porque le sonrió la fortuna en los dos goles, que dejaron un cierto sabor amargo en el cuadro local, aunque tampoco demasiado, toda vez que la salvación estaba ya sellada.
Como estaban salvados los dos, el duelo careció de intensidad. Los coruñeses querían llevar el balón hacia arriba por los costados, buscando luego centros laterales hacia su profundo nueve. Y el filial, que quería ser alegre, no lo fue. Fue anodino, aunque Mayoral e Higinio quisieran ponerle un poco de picante, el primero con su velocidad y el segundo con su físico. No obstante, nadie generó ocasiones de excesivo peligro.
Los minutos pasaron y el ánimo no se alteraba. Aunque de repente, una falta por detrás de Adrián sobre Higinio se convirtió en una pena máxima que el murciano envió a la jaula. Nada cambió; las disputas se resolvían con limpieza, no eran casi ni eso, y las oportunidades no aparecieron prácticamente hasta el descanso, cuando Antón rompió la monotonía con un disparo que repelió Julio y con el gol de Añón, que cabeceó a la red un buen centro desde la derecha que golpeó en Cristian antes de alojarse en la red.
La primera parte no tuvo más historia. Y tampoco es que tuviera mucha más la segunda… Mayoral salió desbocado tras escuchar el pitido que reanudaba la contienda y, a los 46 segundos, disparó sin acierto. Fue un espejismo, ya que después, la nada. Borja Jiménez intentó reactivar con los cambios a sus chicos, pero, con la puesta en liza de un segundo delantero, intentando ganar presencia, perdió creación.
Esto permitió que los gallegos dieran un paso hacia adelante y que tuvieran mayor dominio, aunque sin llegar a embotellar al rival. El marchamo de empate era claro, aunque el Somozas tuviera más el esférico, ya que no generaba nada. Hasta que, en un saque de esquina, llegó el uno a dos, obra de Adrián, que saltó más que la pasiva defensa blanquivioleta y, para colmo de males, remató con el hombro.
No hubo un conato de reacción, siquiera mínimo. Si por dentro Ángel parecía que daba un poco de luz al filial en el tramo final, fue sustituido, por lo que se apagó la llama, aunque Royo y Nacho Porcar lo siguieran intentando por fuera y Caye haciendo la guerra por su cuenta. Sin querer mucho y sin hacer tanto, el Somozas se volvió a casa con tres puntos que, bueno, no duelen tanto.
Con 48 puntos, el Promesas viajará a Vigo queriendo sumar más de cincuenta puntos –tiene 48– ante el filial celtiña. Con 52, el Somozas querrá poner el marco a una temporada casi inimaginable con un triunfo sobre la Cultural y Deportiva Leonesa, que llegará jugándose la clasificación para la Copa del Rey (es séptimo, a un punto del Guijuelo, sexto).
Real Valladolid Promesas: Julio, Arroyo, Porcar, Rubén, Cristian, Mario, Mayoral (Adrián, min. 67), Juliá, Higinio, Ángel (Royo, min. 83) y Toni (Caye Quintana, min. 57).
UD Somozas: Manu, Adrián, Juanmi, Baleato, Antonio, Antas, Añón (Juan, min. 69), Antón, Quique (Keko, min. 69), Joseba y Jose (Mario, min. 87).
Árbitro: García Ballesteros (C.T. Riojano). No hubo amonestaciones.
Goles: 1-0, min. 30: Higinio (penalti). 1-1, min. 45: Añón. 1-2, min. 80: Adrián.
Incidencias: Unos 350 espectadores presenciaron en los Anexos el partido, correspondiente a la jornada 37ª en el Grupo I de Segunda B.