Un coche eléctrico o de combustión. Esta es la eterna pregunta que se hace la sociedad actual a la hora de elegir su nuevo vehículo. Por supuesto, cada uno tiene sus ventajas pero también, sus desventajas. Una de ellas y que puede terminar siendo diferencial es el ahorro a la hora del mantenimiento. En ese aspecto, uno eléctrico golea al tradicional. Según un estudio, con un vehículo eléctrico podemos ahorrar hasta un 30% en los primeros cinco años de vida. A partir de ahí, la cosa se iguala más. Pero desde el punto de partida, el eléctrico domina claramente.
Un 30% de ahorro en el mantenimiento de un coche eléctrico
Un ahorro en el mantenimiento puede ayudarnos a decantarnos por un vehículo eléctrico en lugar de uno de combustión. De hecho, tal es la ayuda económica a nuestro bolsillo que sólo en los primeros cinco años estamos hablando de un ahorro que roza el 30%. Así de tajante es el estudio realizado por “The Car Expert” y en colaboración con “Clear Vehicle Data”.
El principal argumento tiene que ver con la simplicidad que tiene un motor eléctrico. Acostumbrados a los tradicionales que son mucho más complejos, si elegimos esta variante nos ahorraremos las típicas revisiones de aceite, filtros de combustible, embrague, etc… Todo lo contrario que con un coche eléctrico ya que su base está formada por muchas menos piezas móviles, a parte de prescindir de los compuestos mencionados anteriormente.
Esto hace que de manera genérica, el precio de las habituales revisiones sean mucho más económicas que con un coche de combustión. Precisamente gracias al estudio de “The Car Expert”, pudieron evidenciar que el 95% de las revisiones a las que se sometieron los vehículos del informe pasaron una revisión de mantenimiento por un menor precio.
A nivel de cuentas, y siempre hablando a nivel general, el coste medio del mantenimiento de un vehículo de combustión durante los primeros cinco años de vida asciende a los 6.500 euros aproximadamente. Mucho más caro en comparación con el modelo alternativo. Con un eléctrico, esa cifra durante el primer lustro puede girar en torno a los 4.600 euros. Estamos hablando de casi 2.000 euros de diferencia, según el estudio. La variación también dependerá del tipo de vehículo eléctrico. En este caso, los modelos seleccionados han sido el Opel Corsa Electric, el Fiat 500 e y el Mini CountryMan Electric. En cuanto a los dos primeros, ese ahorro puede ser incluso del 30%.
El mantenimiento de un vehículo eléctrico
En el caso de este tipo de coches en el que nos tenemos que olvidar del aceite, filtros de combustible y otros aspectos mencionados, en el caso de las revisiones de un eléctrico, lo fundamental y como no podía ser de otra manera es estar muy atentos al correcto funcionamiento de las baterías. Debemos evitar exponerlas a temperaturas muy altas, evitar las cargas frecuentes al 100% y dejar las cargas rápidas para los viajes largos. En el día a día es preferible usar cargas más lentas para evitar sufrir problemas. Otro aspecto fundamental a tener en cuenta son los bornes.
El sistema eléctrico es otro componente esencial. En cada revisión debemos comprobar el estado de los propios cables que permiten la carga, además de los conectores o el propio software que lleva instalado. Otros componentes a tener en cuenta son los frenos que, aunque cuentan con una frenada regenerativa que hacen que sufra mucho menor desgaste, nunca está de más una revisión de los mismos. También hay que estar muy pendiente del correcto funcionamiento de las luces y el aire acondicionado, aunque en este caso, lo mismo que debemos hacer a la hora de revisar un coche de combustión.
 
			