Rubi desplaza a los catorce jugadores del primer equipo y a los seis del filial con los que viene trabajando a la concentración en Pontevedra

El Real Valladolid viajará mañana a la concentración veraniega con lo que hay. Suena a Perogrullo, pero conviene destacarlo debido a la necesidad, aún imperiosa, de atraer refuerzos. Se desplazarán, junto al cuerpo técnico, veinte jugadores; a saber: Dani Hernández, Julio, Chica, Xavi Carmona, Marc Valiente, Jesús Rueda, Samuel, Iván Casado, Bergdich, Peña, Álvaro Rubio, Sastre, André Leão, Anuar, Jeffren, Óscar, Omar, Roger, Jorge Hernández y Sekou.
Catorce de estos hombres pertenecen al primer plantel de pleno derecho, si bien entre ellos se encuentran hombres como Dani Hernández o Bergdich, que podrían abandonar el club en las próximas fechas, y los seis del Real Valladolid Promesas, que vienen a colmar los vacíos pendientes de llenar con fichajes —lo que no quiere decir que estén de relleno; si gustan contarán–.
De los seis jugadores del filial, uno no cuenta a tales efectos, Xavi Carmona, una pieza tenida en cuenta de partida. Por tanto, las necesidades pasan por firmar un portero, un central, un lateral zurdo, un mediocentro, un extremo derecho y un punta, además de la opción de un segundo meta, que sustituiría a Dani, o incluso de un extremo izquierdo que palíe la previsible marcha de Bergdich.
Al contrario de lo que es norma, este fin de semana el Real Valladolid no ‘cierra’, sino que se trabajará de manera intensa para tratar de que al menos dos jugadores se incorporen de manera inmediata al equipo: el central Chus Herrero, cuyo fichaje está bastante adelantado, tal y como reconoció Rubi en su rueda de prensa semanal, y uno de los dos arqueros.
El siguiente en llegar se espera que sea un extremo, con prioridad para un jugador que se desenvuelva por la derecha, aunque podría variarse el foco si el Torino colma pronto los deseos de Carlos Suárez para hacerse con Zakarya Bergdich. Por los demás se podrá esperar, ya que, como desde antes del comienzo de la pretemporada se viene diciendo, se esperará a las ‘rebajas’ y se quiere testar a los canteranos.
Con todo, los desplazados al Balneario de Mondariz, en la provincia de Pontevedra, tendrán que afrontar una intensa carga de trabajo, consistente en once entrenamientos y dos partidos amistosos. El equipo trabajará en doble sesión el lunes, el martes, el miércoles y el viernes y lo hará solo por la mañana el jueves, el sábado y el domingo, si bien estos dos últimos días serán los de partido: ante el Pontevedra el sábado y contra la Cultural de Areas el domingo.
Los entrenamientos matutinos tendrán lugar en A Lagoa, campo que se encuentra en la propia localidad de Mondariz, mientras que los vespertinos se desarrollarán en A Lomba, en Ponteareas, a escasos kilómetros de donde el Real Valladolid establecerá su cuartel general. Los amistosos se disputarán, en el remozado estadio de Pasarón, en Pontevedra, y sobre el césped de A Lomba, respectivamente.
