El Real Valladolid Promesas despidió 2025 sumando su tercer empate consecutivo; además, igual que los dos anteriores. Contra la UP Langreo, como hizo contra el Burgos Promesas y ante el Rayo Cantabria, dos rivales con los que pugna –como con los asturianos– por huir de las posiciones de abajo, vio igualado el marcador después de ponerse por delante, como lo hizo con el golazo de Sergi Esteban en la primera parte, y después de disponer de oportunidades suficientes como para poder ampliar la renta antes de recibir el desafortunado empate.
El conjunto de Javi Baraja presentó varias novedades en el once inicial, comenzando por Murcia, que sustituyó al sancionado Jesús Martínez y aportó equilibrio y frescura en el centro del campo. Lo notó el filial en la presión con la que ahogó al Langreo en salida de balón y en las alternativas que ofrecía a la hora de jugarlo junto a Rulo, al que liberó de cierta responsabilidad defensiva. Desde su figura y desde el bloque medio, que tendía a alto, los blanquivioletas dominaron en una primera parte sin muchas aproximaciones, pero con un gol.
Fue el mismo Murcia el que recogió una segunda jugada y encontró a Ivorra liberado en el carril del ‘diez’, para que combinara con Sergi Esteban, que miró hacia adentro y soltó un latigazo que entró por la escuadra de los asturianos. El tanto abrió una primera parte cerrada y sin demasiadas llegadas sobre ninguno de los arcos, si bien sirvió también al Promesas para crecer en los minutos previos al descanso, en los que volvió a disponer de alguna acción a pelota parada que malograría. Aun sin demasiadas apariciones en ataque, al entretiempo los de Baraja parecían superiores.
De las ocasiones del Promesas al empate
Aunque Koke dispuso de una ocasión clara para hacer el 0-2 en los primeros compases del segundo tiempo, después de una gran jugada colectiva, Adrián Torre, portero local, lo evitó, como Nacho evitaría pocos minutos después un centro de Carvajal que buscaba la entrada al área de Sergi Esteban. El Langreo, entretanto, pisaba a veces campo blanquivioleta, aunque, ni mucho menos, con claridad. No hasta que se superó la hora de juego. Si primero avisó con dos disparos tímidos, a la tercera fue la vencida, en una jugada en la que Álvaro de Pablo salió de puños en una falta lateral y Lucas aprovechó el rechazo para marcar.
Pareció rehacerse enseguida el Promesas, que tuvo el 1-2 en las botas de Ivorra, aunque un zaguero lo evitó bajo los palos, según pidieron los blanquivioletas, quizás con la mano. Sin embargo, el Langreo creció, no tanto como para considerarse acreedor de un mejor resultado, aunque sí lo suficiente como para pisar algo más de campo contrario y sacar alguna otra jugada más en acción detenida. Por si esto fuera poco, Ivorra vio la roja a falta de menos de diez minutos para el final, lo que complicó un poco más las cosas al filial, que, por obligación, dio un paso atrás al final.
Ese dominio del Langreo, al menos, no comprometió en demasía el punto que el Promesas pudo obtener, del que sin duda se hizo acreedor, aunque con el gesto torcido. Porque, si bien es verdad que pudo vencer sus tres últimos enfrentamientos, el Real Valladolid Promesas no ha ganado ninguno, un hecho que eleva hasta las ocho las jornadas sin hacerlo. A buen seguro el parón le vendrá bien, igual que al primer equipo, a tenor de la mala racha que atesora, y que no opacan ni los minutos de futbolistas jóvenes como Mario Domínguez con el primer plantel ni debuts como el de Sylla, producido en Langreo.
