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El Promesas sufre su primera derrota de la temporada

El filial del Real Valladolid cae ante el Real Oviedo Vetusta tras marcar a los 14 segundos y no ser capaz de sostener su renta al final

por Jesús Domínguez
20 de septiembre de 2025
Alin, Promesas

Foto: Real Valladolid

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El Real Valladolid Promesas cosechó su primera derrota de la temporada en El Requexón, casa de un Real Oviedo Vetusta que terminó siendo mejor que los blanquivioletas. Los pupilos de Javi Baraja se adelantaron en la primera jugada del encuentro, pero pasaron demasiados minutos cerca de su área y encajaron dos goles en los diez últimos minutos, dejando en nada la resistencia que hasta entonces había ofrecido en defensa y otorgándole el mérito a un rival mandón, que no siempre generó peligro, pero siempre quiso generarlo.

Casi un parpadeo fue lo que tardó en marcar el Promesas; concretamente, menos de 15 segundos. Y eso que no sacaba de centro. Lo hizo el filial carbayón, que erró en la primera entrega y se la dio a César Porras, que condujo hacia dentro y leyó bien el movimiento de desmarque de Carvajal, que ajustó el remate al palo para adelantar a los blanquivioletas. Aunque el Vetusta trató de rearmarse y amenazar a continuación con un tiro de Dieguito, la sociedad formada por Alin, Porras y Carvajal a punto estuvo de facilitar el segundo gol visitante.

Como contra la Gimnástica Segoviana, el ritmo fue altísimo en el arranque, ya que el tanto recibido provocó que el cuadro local ejerciera una presión altísima y quisiera terminar rápido las jugadas. Paradójicamente, fue esto lo que hizo que el balón circulase menos de área a área en que en los siete primeros minutos, en los que hubo hasta cuatro llegadas con marchamo peligroso; dos por equipo. Generó así el Vetusta alguna imprecisión en los primeros pases del Promesas, que, aun así, intentaba seguir jugando y elevar la velocidad a partir del centro del campo.

Más intención que amenaza

El equipo carbayón se hizo con la tenencia del cuero con relativa presteza, alcanzado el ecuador de la primera mitad. A fuerza de presionar, más que robar y amenazar, acabó por llevar al Promesas a un bloque medio que trataba de neutralizar sus operaciones con el esférico. La banda izquierda de Hugo San fue la que comenzó a verse más exigida, con continuas acciones por ese costado, en el que Riki se veía obligado a esforzarse mucho para ayudar al lagunero. Y aun así, a veces los locales sacaban centros, aunque bien abortados por la defensa.

La lesión del juvenil Enzo Pérez, uno de los futbolistas más talentosos del Real Oviedo Vetusta, obligó a detener el juego durante varios minutos y enfrió la contienda, que se fue al descanso reflejando el tempranero tanto del Promesas en el marcador y con más fuegos de artificio que otra cosa después de un inicio fulgurante. Antes del descanso, el efecto óptico hizo que la hinchada azulona celebrase un gol que no fue, en un remate próximo de Joaquín a la derecha de Álvaro de Pablo, que la zaga no despejó y golpeó por fuera la red.

La resistencia del Promesas se doblega

Aunque su frecuencia de llegadas no fuera elevada, casi cada ocasión en la que el Promesas alcanzaba el último sector del campo contrario amenazaba. Así, al poco de arrancar el segundo periodo, Carvajal y Porras hallaron a Riki, que centró con peligro, pero nadie acabó de rematar con claridad una jugada con marchamo peligroso. El conato de oportunidad reactivó la banda derecha de los locales, a los que Castri, exblanquivioleta, intentó liderar. Sin embargo, la defensa del equipo del que fuera su entrenador, Javi Baraja, seguía mostrándose expeditiva.

La insistencia carbayona continuaba encontrándose, así, con la resistencia blanquivioleta, que no se resquebrajó, si bien Pablo Agudín -interesantísimo juvenil- tuvo una ocasión buenísima que acabó en un córner, rematado a las manos de Álvaro de Pablo. Dice el tópico que tanto va el cántaro a la fuente que acaba rompiendo, y así fue. Agudín volvió a entrar en juego, disparó a portería y su rechazo le cayó a Joaquín, que puso la igualada con su tercer gol de la temporada. Quedaban para entonces diez minutos… y lo peor estaba por llegar.

Y al final, la remontada

El Real Valladolid Promesas siguió sufriendo lo que terminó siendo un asedio del Real Oviedo Vetusta, que, para ser justos, mereció más aunque no siempre sus llegadas fueran con claridad. Si los blanquivioletas madrugaron, el gol que confirmó la remontada tardó en llegar hasta el tiempo complementario. Los carbayones volvieron a desarbolar la defensa vallisoletana con una combinación interior entre Lucas Antañón y Jaime Coballes, dos de los cambios de Roberto Aguirre, que, como Agudín, fueron decisivos. El primero entró asistió y el segundo entró como cuchillo en mantequilla para ajusticiar a Álvaro de Pablo y provocar la primera derrota del Promesas en la temporada.

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