El Parquesol festeja los 365 días de Rubén Jiménez en el banquillo con el derbi frente al Salamanca, en el que está obligado a ganar para ampliar distancias con el Madrid B, que perdió ante el Tacón

El Parquesol celebrará este fin de semana su particular fiesta de cumpleaños por todo lo alto. En un día precioso, al menos así lo dice la previsión meteorológica, Rubén Jiménez soplará su primera vela en la tarta naranja con un claro deseo por encima de todo: llegar a la Primera B. Él sabe, al igual que el resto del equipo, que para que el sueño se convierta en realidad lo primero será comprobar que el invitado al jolgorio no traiga un regalo envenenado.
Ese invitado será el Salamanca, que disputará este domingo (16:00 horas) un derbi apasionante –y eso que el nivel está muy alto después de la locura de la primera vuelta–. Ni su posición en la tabla, ni su mala racha le quitan un ápice de emoción a un encuentro en el que los dos quieren la victoria, aunque es evidente que luchan por objetivos muy distintos.
Las locales, conscientes del calendario que les viene encima, no pueden dejar escapar el triunfo del Saso, más aún después de la derrota frente a La Solana que no entraba en los planes tras una primera parte idónea.
Sin embargo, la realidad es que se vinieron de vacío, y tendrán que hacer ante su público los deberes para ampliar la distancia con el Madrid B a siete puntos, después de que hayan caído derrotados frente al Tacón
Cualquiera que vea la tabla y vea al Parquesol segundo pude pensar que esto está hecho, pero tal apretada está la liga que dos tropiezos seguidos podrían ser letales. Enfrente tendrán a un Salamanca que acumula cinco derrotas seguidas y que ya se ha colocado en la duodécima posición. Además, a domicilio solo ha ganado un partido, frente al Alhóndiga.
“Cuando un equipo encadena derrotas tiene ansiedad por ganar, pero cuando encaja el desánimo es mayor“, advierte Rubén Jiménez sobre la situación del conjunto salmantino, y vaticina un partido intenso, fruto de la rivalidad “sana” de ambos clubes. “Será un partido muy bonito porque la tabla es engañosa. Espero un partido vibrante, con un Salamanca con ganas de revancha después de la ida”, añade.
Una de las mejores noticias es que las vallisoletanas recuperan a Nata, Barbi y también a Carolina, que regresa de la selección uruguaya. “Volver a tener estas jugadoras es un plus para afrontar la primera de las seis finales”, asegura. Aun así, considera que el Parquesol está “obligado” a ganar y cree que el buen trabajo de la semana es clave para sumar tres.
A la fiesta de cumpleaños, Rubén Jiménez acude con la siguiente lista de diecisiete futbolistas: Lucía, Martina; Iria, Maka, Noe, Judy, Carla; Paulita, Nata, Barbi, Charle, Sandra, Yarima, Murita, Carolina, Alicia Rey y Ali. Con ellas buscará que sea un día feliz de un aniversario especial para el entrenador madrileño, que valora así sus primeros 365 días en el banquillo naranja:
“Siento un orgullo enorme de las jugadoras y del club, que apostó por mí en una situación complicada. Recogí un equipo en situación complicada, conseguimos salvar la temporada en los últimos partidos y a día de hoy se ve la evolución del equipo. La sensación es de que encajo con el club, con las jugadoras, con el trabajo. Fue todo muy sencillo al llegar al Parquesol, ahora pienso lo mismo, creo que somos una máquina bien engranada, a un nivel casi profesional. Solo espero que sigan apostando por mí, al menos, un año más”.
			