Apenas ha empezado la campaña, y sin embargo el Real Valladolid ya va de cambio en cambio. Hasta ahora porque su entrenador, Miroslav Djukic, así lo había deseado. Frente al Celta de Vigo será así por obligación, debido a los problemas físicos de Juanito y a la sanción de Jesús Rueda.
Vuelven a la lista los castigados por el empate en Girona, Jorge Alonso y Tekio. Quién sabe si para volver al once, teniendo en cuenta las vacantes en la zaga y la falta de velocidad en la circulación que ha mostrado el Real Valladolid desde la salida del equipo de los dos mediocentros titulares en el inicio de temporada.
Álvaro Rubio, el acompañante en ese inicio de Jorge Alonso, es otro de los hombres que podría volver, siempre que el técnico blanquivioleta caiga en la cuenta de que el juego que dice pretender es difícil de verlo partir de las botas de Mehdi Nafti y Javier Baraja, dos jugadores muy válidos, pero cuyas características invitan a otra cosa.
Las de Alberto Bueno le hacen perder incidencia en banda, allí donde partió ante el Real Murcia, pero todo sea por unir a los cuatro fantásticos. ¿Todo? No, todo no. O por lo menos eso pareció pensar Djukic en la segunda mitad del último partido, volviendo a la idea inicial de la amplitud metiendo a Jofre por Óscar González.
Quizá sea ésa la apuesta en Vigo. O quizá la apuesta sea Víctor Pérez. O que Baraja juegue en el lateral. Quién sabe. Lo que parece claro es que en el centro de la zaga formarán Marc Valiente, que debutará en competición liguera esta temporada, y Víctor Mongil, que hará pareja con el catalán después de actuar en el lateral derecho en su première.
Una única certeza, en fin, frente a multitud de incógnitas. Porque quién ocupará la mediapunta también lo será. O si el gol en el Nuevo José Zorrilla habrá valido a Javi Guerra para, a pesar de su estado físico y anímico, mantenerse en un once en el que aún no aparecerá Marquitos, aún a medio recuperar.
Enfrente estarán los hombres de Paco Herrera, míster que pudo ser del Real Valladolid y que no lo fue por fidelidad a sus principios. Sigue siéndolo a los futbolísticos, a pesar de perder a tres hombres de la importancia de López Garai, Michu y Roberto Trashorras y de no haber arrancado con la fuerza del pasado año.
Sumaron seis de seis en las dos primeras jornadas ante Real Murcia y Recre, pero cayeron luego ante Elche y Almería, dos más de los firmes y múltiples candidatos a luchar por, como mínimo, entrar en play-off cuando acaben las cuarenta y dos jornadas apenas iniciadas.
Como en el Real Valladolid, también en conjunto celtiña podría haber novedades en el equipo titular. Borja Oubiña y el chileno Orellana, fichaje estrella vigués en el mercado estival, podrían sustituir a otro recién llegado, Natxo Insa, y otro canterano, Iago Aspas, sustituto en los dos últimos envites del lesionado Mario Bermejo.
Así, pasaría David Rodríguez a ser punta de lanza, con Álex López y el citado Orellana en bandas y Quique De Lucas en la mediapunta. No habrá permutas atrás, con los cotizadísimos Lago y Mallo en los laterales y Catalá y Jonathan Vila como guardaespaldas del meta Yoel.
Será, el de Balaídos, un duelo de altos vuelos. No en la tabla, pero sí en el campo. Entre dos equipos que pueden y deben ir al alza, por más que pucelanos y pontevedreses se encuentren en una mini-racha negativa, a la que intentarán de poner fin con Pino Zamorano y las cámaras de Canal+ como testigos.