Raúl Fernández destaca en su presentación la oportunidad de “aprender” que supone su contrato por seis meses con el Real Valladolid, aunque lo normal sea que ocupe el banquillo de manera habitual

“Va a ser complicado”. Nada que no se sepa, vaya. Aunque bueno es ser realista, para evitar luego problemas. Y Raúl Fernández, nuevo guardameta del Real Valladolid, lo es. Eso dictaminan esas palabras del principio, suyas, que, sin embargo, no son fruto del conformismo.
El cancerbero vasco es sabedor de que la empresa de sentar a Javi Varas será complicadísima, pero, a la vez, sabe que “en el fútbol pueden pasar muchas cosas”, por lo que debe “entrenar duro y estar preparado” por si el Rubi se decide por él o es necesaria su participación.
El arquero ha llegado a Valladolid con humildad. Tal es así que reconoce que uno de los motivos que le han llevado a firmar ha sido la posibilidad de aprender de Varas. “Con Javi puedo seguir aprendiendo. Es un compañero que se exige mucho todos los días, y eso encaja mucho conmigo. También confío en mí, en mis posibilidades y en lo que soy capaz de dar. Creo que puedo tener oportunidades siempre que muestre mi nivel”, dice ambicioso.
No hay en sus palabras contradicción, sino ánimo de crecer en un club “de Primera División, aunque por circunstancias esté en Segunda”. “El Real Valladolid es un club importante y quiero aprovechar esta oportunidad que me está dando. Voy a pelear en cada entrenamiento y en cada partido por dar lo mejor de mí”, afirmó tajante en su presentación.
Explicó que para él es un “placer” haber llegado a una entidad “de tradición”. Y, aunque lo ha hecho por seis meses, no se cierra puertas. El Athletic Club tiene una opción preferencial para contar con él la próxima temporada, aunque no piensa en ello. Su intención es darlo todo, con independencia del futuro o de su situación.
Previsiblemente, viene para cubrir cualquier posible eventualidad que se pueda dar con respecto a Varas. Vamos, para ser suplente. Cuestionado por ello, explicó que “a nivel psicológico, los porteros están más preparados que un jugador de campo para aguantar estas decisiones” y que, “aunque no es fácil llevarlo”, deben convivir con ello.
La pasada campaña ya vivió una situación semejante en Soria, donde fue titular durante un tiempo, empero. “Cuando conseguí hacerme con la titularidad en el Numancia, tuve una lesión importante en una costilla. Pasé tres o cuatro meses duros y cuando volví a Bilbao la decisión fue salir para seguir cogiendo experiencia. Todavía tengo veintiséis años; quiero rodarme, aprender y competir. Esta es una oportunidad buenísima”, reiteró.
En el Athletic es donde se formó. Durante un tiempo, bajo la protección de ‘El Loco’ Bielsa, con quien cogió una experiencia que ahora le valdrá. “Era un entrenador al que le gustaba mucho salir con el balón jugado. Te marca bastante. Esos conocimientos están ahí; luego hay que ponerlos en práctica si al míster le gusta salir con el balón jugado, como será este caso”, respondió al ser preguntado por su salida de balón.
Años más tarde, pasa de la escuela de Bielsa a las órdenes de Rubi, con quien ya ha trabajado este viernes. En solo una sesión, Raúl Fernández se ha visto ya integrado, gracias a lo bien que le han “tratado y recibido”. El entrenamiento le gustó “mucho” por su “organización”, “diferente” a lo que había visto hasta ahora, y “por las explicaciones del míster”.
Con él y otros diecisiete compañeros viajará a Mallorca. Presto y dispuesto a demostrar que sus puntos fuertes son el juego aéreo y, sobre todo, la agilidad –“para lo grande que soy, creo que llego muy bien a los balones que van abajo”–. Siempre que sea menester, claro. Por lo que pueda pasar, dice estar, ya, preparado.
