Contracrónica del Real Valladolid 1-1 Granada
El Real Valladolid disputó ante el Granada su sexto partido de Liga y el segundo en el José Zorrilla. Repitió el mismo resultado que en el último encuentro en casa. Uno a uno. Empate justo. Ninguno de los dos equipos mereció más que el otro. Se adelantó el Pucela antes de lo previsto y se fue apagando con el paso de los minutos. El Granada, que venía de ganar al Barcelona en Los Cármenes, se hizo amo del partido tras el tanto de Plano. Buscó y encontró el gol de las tablas antes del descanso gracias a un error garrafal de Masip, que les regaló otro en el segundo tiempo. Por suerte, anulado. Y poco más. Alguna ocasión aislada para cada equipo, mucho centro sin peligro, disparos lejanos y demasiadas faltas. Un punto y felices.
Ídolo. La afición del Real Valladolid pedía a gritos a Toni Villa; un servidor, también. Es el ídolo del José Zorrilla, que este martes le recibió entre aplausos y le dijo “hasta luego” con una sonora ovación. Antes de la despedida, el canterano se puso el disfraz de superestrella. Volvía a la titularidad después de cinco partidos sin saber lo que era: solo había disputado el 4% de los minutos. Sergio González, que admitió tras el partido que le tapó la boca, supo darse cuenta a tiempo. En el 12’ se hizo con la pelota en la izquierda, llegó hasta línea de fondo, al más puro estilo Iniesta se deshizo del rival casi sobre la cal y puso un balón atrás para que Plano marcara el único tanto del Pucela. Tras esto, como todos, se fue apagando hasta el cambio. Trabajo y recompensa.
¿Rotaciones? Sergio González ha encontrado cinco pilares sobre los que apoyar su fútbol: Masip, Kiko Olivas, Salisu, Guardiola y Óscar Plano. Son los únicos cinco futbolistas del Real Valladolid que ya han superado los 500 minutos de juego. Tener un bloque fijo es bueno, pero desenganchas al resto. Joaquín o Javi Sánchez, algo desesperados, esperan desde el banco o la grada un hueco. O Lunin, que miró de reojo como Masip cometió varios errores gordos (uno costó el gol del empate). Luego está el caso de Porro, que debería ser titular siempre. Tiene veinte años y no necesita descansar. Moyano, su recambio, no da talla. Sergio tiene muchas dudas. Tantas que se quedó sin hacer el último cambio. Waldo ni calentó. A De Frutos ni se le llamó.
Mi once. Da rabia saber que ya hemos jugado en el José Zorrilla ante dos de los tres recién ascendidos y solo hemos logrado dos puntos. Pero como ya ocurrió en el último encuentro, gran parte de la afición se marchó sonriente. Este equipo ilusiona y su once, para mí el ideal se rozó este martes, pinta muy bien. Solo haría un cambio. Moriría a día de hoy con Masip, Porro, Olivas, Salisu, Nacho, San Emeterio, Alcaraz, Plano, Toni, Sandro y Guardiola. Aunque también me atrevería a apostar por Lunin. Creo que el día que juegue no volverá a sentarse. La medular no echó de menos a Míchel. Ünal y Hervías no aportaron nada cuando entraron. Sorprendió la ausencia del revulsivo Waldo, que rinde más si empiezan desde el banquillo.
