Contracrónica del Real Club Celta 0-0 Real Valladolid
¡Otro puntito más! Después de dos derrotas seguidas, el Real Valladolid rascó un punto en su salida a Vigo para enfrentarse al Celta de Aspas. A pese del resultado positivo, al menos para mí, el equipo de Sergio González atraviesa un momento crítico de la temporada. Solo un triunfo en los últimos cinco partidos. Hay que cambiar la tónica. Ganar a la Real Sociedad el próximo domingo (16:00 horas) es una obligación para todos.
Los cambios empeoraron. Sergio quitó a Michel, que pedía a gritos su cambio en uno de sus peores encuentros, pero el equipo dijo adiós al único futbolista que mima a la pelota cuando baja al césped. Se fue Michel y al Real Valladolid le costó dar dos pases seguidos. Entró en su lugar Alcaraz, a quien ni se le vio. Está lejos del nivel de la pasada temporada. Joaquín le ha adelantado en la carrera. Ojalá vuelva a su nivel. Lo necesitamos. También entraron Waldo, algo desaparecido los últimos partidos, y Porro, que jugó de extremo porque parece estar prohibido quitar a Moyano del lateral. El canterano arrancó fuerte, pero perdió todo el fuelle hasta que terminó el encuentro.
El héroe. “Estoy orgulloso del equipo”, afirmó Masip tras el partido a los micrófonos de Movistar. Orgullosos estamos todos de ti, Jordi. Uno de los jugadores que la afición mira más con lupa. Yo soy uno de esos. Que es algo irregular, pues sí, pero que se pone la capa de héroe cuando más falta hace, pues también. Este viernes fue uno de esos días. En el primer tiempo realizó tres paradores que decantaron el resto del partido. Palomita para enviar a córner un disparo fortísimo de Sisto. Agarró de primeras un buen cabezazo de Araujo tras un córner. Y despejó con los pies la ocasión más clara de partido, la de Aspas, completamente solo cuarenta metros por un error impropio de Salisu. Gracias, Masip. Ojalá todos los días fueran así para ti. Aun así, sigo con ganas de ver a Lunin en Copa. Ese chico es buenísimo.
Buen punto. Hay una gran parte de la afición que empieza a ponerme algo nerviosa. Antes del partido parecía que el Real Valladolid tenía que ganar, incluso machacar, al Celta de Vigo. ¡En Balaídos! Ese campo es uno de los más difíciles. No importa cómo lleguen los vigueses, son siempre peligrosos. A un equipo que tiene en su plantilla a Iago Aspas siempre hay que mirarlo con respeto, y más cuando tu equipo viene de perder los dos últimos partidos. El Pucela no mereció más este viernes y no fue por falta de ganas. Los de Sergio lo intentaron, sobre todo en el primer tiempo, con varios acercamientos que pusieron contra las cuerdas al Celta, pero muy poco más. Esperaron atrás para intentar salir muchas veces al pelotazo y lucharon como jabatos. Todo se pudo ir al traste en la última jugada. Perdonó Santi Mina. Por ese agarramos este punto y no lo soltamos orgullosos.