Lluís Sastre, David Timor, Omar Ramos y Rubén Peña ostentan el rango de titulares en un CD Leganés en el que suman más de lo que lo hicieron como jugadores del Real Valladolid
Cuando el Real Valladolid tuvo la ocasión de renovar a Rubén Peña, desconfió. No apostó tanto como podía y como el abulense requería para prolongar su vinculación con la entidad. Y entonces decidió marcharse. Para ser algo que en Pucela no quería, lateral. Después de un año entre jamones, los cambió por pepinos. Tras una buena temporada en el Guijuelo, se fue a un Leganés en el que recibió continuidad en ese puesto antes rechazado.
‘Peñita’, a quien Miroslav Djukic adivinaba una carrera en la posición más retrasada del carril derecho, aunque con querencia a corretear y ser profundo y ofensivo, cambió por entonces de representante. A esa ambición hubo quien la tildó de precipitada. Pero ahí está, en Segunda División. Al final llegó… y no solamente para ser carrilero. Por sus condiciones, sobre todo físicas, para Asier Garitano es un recurso a mayores, dañino como delantero, incluso.
El es el ejemplo paradigmático de la decepción reciclada, del jugador que a orillas del Pisuerga no fue tanto como quería y pensaba que podía ser, y sin embargo fuera sí. Aunque no es el único que hoy viste de blanquiazul pepinero; sabido es. Sí el más veterano: acumula 52 apariciones ligueras con la entidad del sur de Madrid. No obstante, no podrá sumar la 53ª ante su antiguo club: este sábado será baja por lesión.
Sí podrán estar los otros tres exblanquivioletas, Lluís Sastre, David Timor y Omar Ramos. El primero de los tres es el tercer mediocentro con más minutos este curso en el engranaje de Garitano. Ha dispuesto de 1.772 minutos en liga, donde ha sido titular en veinte de sus veinticuatro apariciones, hecho meritorio teniendo en cuenta la variedad de piezas con la que cuenta su entrenador: además de él están Alberto Martín, Gabriel, Íñigo Ruiz de Galarreta, Toni o el mencionado Timor.
Dentro de un dibujo variable, que puede ser 4-3-3, 4-2-3-1, 4-4-2 o incluso 5-4-1, Alberto Martín acostumbra a ser el medio más táctico-defensivo, liberando así a Sastre para que sea el organizador y a brasileño Gabriel para que se descuelgue si así lo desea y aparezca en el balcón de un área rival al cual el balear también asoma de cuando en vez (ha marcado dos goles).
En un equipo que domina las transiciones, la aportación de cualquiera de estos dos puede ser importante, ya sea como lanzador o como acompañante, si bien Sastre acostumbra a ser el repartidor, aquel que lanza el juego hacia adelante. Además, si de acompañar se trata, el nombre de Timor cobra mayor fuerza.
Dado que Gabriel, pilar de la franja ancha, puede adoptar otras funciones, el valenciano actúa más liberado de lo que acostumbraba en Valladolid, asemejándose al rol del Iborra de turno o del segundo Raúl García, el previo a instalarse definitivamente en la zona ofensiva, siendo tan ocho llegador que es casi un mediapunta que no acaba de ser porque en defensa equilibra.
Omar Ramos, aunque zurdo, como en el pasado en Valladolid, es la primera opción en un extremo derecho en el que también han actuado Rubén Peña y Miramón –natural–. El disparo que no mostró en Zorrilla, y que llevó precisamente a utilizarlo a pie cambiado, sí está haciendo acto de presencia en el CD Leganés, toda vez que lleva cuatro goles en veintidós partidos.
Dado el estilo que frecuentemente adopta el ‘Lega’, de manejo de balón pero con querencia al vuelo, su juego se potencia en los carriles interiores, mostrando tendencia a encarar para salir veloz hacia el siguiente rival o la puerta enemiga, artes que viene manejando con mayor habilidad quien suele jugar por izquierda, el argentino Szymanowski. De esta manera, mediante diagonales cuando el juego es dinámico, cada uno genera peligro por un lado, aunque al canario, ya se sabe, le cuesta apurar línea de fondo en su posición inhábil.
Precisamente el dinamismo es la mayor virtud del conjunto pepinero, que exponen de algún modo los cuatro exblanquivioletas. Sastre es un medio que se muestra así, y que es capaz de organizar mejor cuanto más movimiento haya por delante. Timor es revolución y llegada. Ramos es la técnica y el desequilibrio. Y Peña, la velocidad, el juego al espacio.
Si este se cierra, cabe esperar que al Leganés le cueste, incluso aunque Guillermo o Borja Lázaro intenten ofrecerlos empujando a los centrales hacia su área. Es por ello que se antoja importante que las líneas se mantenga unidas, algo que pedían esta semana Leão y Tiba, así como la presión sobre sus medios, para evitar un primer pase vertical que exponga a inferioridades o situaciones de uno contra uno.
Volviendo al detalle, a los cuatro ex del Real Valladolid, cabe decir que si bien no jugarán los cuatro (Rubén Peña, decíamos, no estará, y Omar Ramos lleva dos semanas sin participar), son parte activa de un conjunto, el blanquiazul, que ha sentido mal de altura después de ponerse líder, pero que está cuajando una gran temporada. Un curso en el que han encajado bien dentro de la dinámica positiva general y del ideario de un Asier Garitano que está sabiendo reciclarles después de que en Pucela fueran decepciones.