La mejor primera parte del Real Madrid en muchos meses. Acostumbrados a ver un equipo sin rigor táctico y con carencias en la presión adelantada, la primera mitad ante el Salzburgo fue una primera toma de contacto de lo que quiere Xabi Alonso de su equipo y lo cierto es que la prueba, en los primeros 45 minutos, no le pudo salir mejor. Desde una defensa adelantada formada por tres centrales y dos carrileros, pasando por una medular formada por Valverde, Güler y Bellingham en la derecha, a un ataque formado por Vini y Gonzalo que volvió a consagrarse en su tercer partido como titular. Todo fundamentado por una presión que forzó al error constante en la salida de balón del equipo de Thomas Letsch.
Las bases de Xabi, desde la defensa
Un buen ataque comienza desde la defensa y eso es lo que le pasó al equipo blanco en la primera mitad. Con la novedad de formar con tres centrales, eso le permitió al equipo jugar mucho más adelantado y dar más libertad tanto a Fran García como Trent Alexander-Arnold, ambos muy presentes en tareas ofensivas durante la primera mitad, sobre todo por la banda del inglés, en constante asociación con su compatriota Jude. Volviendo a la defensa, ese esquema, habitual por el tolosarra en el Bayer Leverkusen, es evidente que poco a poco lo quiere ir integrando en el día a día de la plantilla. Lógicamente, en momentos hubo algún fallo de sincronización, sobre todo con Antonio Rüdiger, algo desubicado en esa línea. Sin embargo, todo lo contrario que Dean Huijsen, que volvió a firmar una actuación sensacional en su tercer partido de blanco.
El tercer anclaje de esta ecuación y el encargado de unir con los centrocampistas fue Tchouameni. El francés, adaptándose poco a poco a esa función como él mismo reconoció tras el partido, apunta a ser un jugador importante en los intereses del técnico español. Tanto de pivote con defensa de cuatro, como de tercer central, la opción es él. Mientras, la duda está con Raúl Asencio. Sancionado tras su expulsión ante Pachuca, veremos si eso no le acaba pasando factura en las próximas semanas.
Por supuesto, no todo iba a ser maravilloso en esta primera toma de contacto. Como es lógico, al tener una defensa de cinco tan adelantada, los balones a la espalda pueden ser un problema, es ahí donde más quedó señalada la figura del central alemán, algo lento en el repliegue. En cualquier caso, parece que la defensa de cinco ha llegado para quedarse.
La presión alta, otro pilar de Xabi
Sorprendió a la defensa del Salzburgo y eso habla muy bien de ese inicio de partido. Sin recuerdos de la última presión al hombre del conjunto blanco, lo cierto es que en el primer tramo de partido, esa presión resultó ser realmente satisfactoria. Con todos implicados, ya avisó Xabi en la previa que todos tienen que correr. Ayer se demostró que son capaces, sin embargo, veremos a ver si eso dura toda la temporada.
