El desayuno es considerado para muchos la comida más importante del día. Esta importancia reside, en como dice su propio nombre, en romper el ayuno después de varias horas sin comer nada durante la noche. La primera ingesta es fundamental para iniciar el día con un gran aporte de energía y los nutrientes necesarios para afrontar los quehaceres y obligaciones.
Diferentes expertos en nutrición revelan cómo ha de ser esta primera comida del día y qué alimentos son más recomendables para mantener una dieta saludable. Además afirman que no todos los desayunos son adecuados pese a que sean populares o frecuentes entre las familias de nuestro país. Al mismo tiempo desvelan cuál desayuno es más sano entre el dulce y el salado.
Un buen desayuno puede ser clave
Las opciones a la hora de prepararte la primera comida del día son infinitas y varían en función de tus gustos y preferencias. Algunos optan por una versión dulce con galletas, cereales o bollería, otros prefieren un desayuno con alimentos salados y luego están aquellos que empiezan el día ayunando o consumiendo un simple café. Ayunar en el desayuno puede ser un riesgo y ocasionar problemas de salud.
La Fundación Española de la Nutrición (FEN) declara que el desayuno es una de las comidas “más omitidas e incorrectamente realizadas”. Esto puede provocar un importante déficit de nutrientes. La fundación destaca que “desayunar de forma correcta ayuda a mantener un peso adecuado y mejora nuestro rendimiento, físico e intelectual a lo largo del día”.
No desayunar o hacerlo de forma inadecuada puede hacer que en la siguiente comida “tengamos mucha más hambre de la habitual y esto derive en que se ingieran más calorías de las necesarias“, explica la FEN. Recomiendan hacer las máximas comidas posibles a lo largo del día para así ingerir menos calorías en cada una de ellas y equilibrar nuestra dieta.
¿Es mejor el desayuno dulce o el salado?
En los últimos años se está produciendo una tendencia en la que gran parte de la sociedad cada vez está más concienciada de la importancia de una alimentación saludable. Eso incluye reducir la ingesta de azúcares.
Por eso, muchas personas han variado por completo sus desayunos cambiando los alimentos dulces por los salados. Un estudio de 2019 sobre los hábitos de consumo en el desayuno de los españoles lo confirmó. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a través de esta encuesta reveló que “la tendencia creciente a la inclusión del desayuno salado con una cuota del 19% supone que uno de cada cinco desayunos que se realizan en los hogares españoles, son salados“.
Este estudio va de la mano con la opinión de los expertos: los desayunos salados son más recomendables que los dulces. Se basan en que estos últimos en ayunas hacen que se disparen los niveles de azúcar en sangre y provoquen hambre en poco tiempo. Además, favorecen la inflamación.
El momento del desayuno no es nada óptimo para consumir azúcar debido a que nuestro cuerpo es más susceptible a la glucosa. Estos alimentos provocan un pico que hace que la curva de glucosa permanezca inestable a lo largo de todo el día.
Así debería ser un desayuno saludable
Los expertos lo tienen claro: un desayuno saludable ha de ser aquel que aporte la energía y los nutrientes imprescindibles para afrontar el resto del día. Por lo comentado anteriormente, tiene que ser salado e incluir diferentes tipos de alimentos: lácteos, fruta, cereales (preferiblemente integrales y sin edulcorantes), proteínas (de origen animal o vegetal) y grasas insaturadas (frutos secos, aceite de oliva o aguacate). Comenzar el día de forma saludable está en tu mano.
 
			