Tras un verano convulso por la incertidumbre sobre si el CD Mojados militaría esta temporada en Tercera RFEF, el club amarillo consiguió el ansiado ascenso. Entonces, comenzó el arduo trabajo de confeccionar, en un espacio corto de tiempo, la mejor plantilla posible, que les permitiera competir en la nueva categoría. La densa nube de incertidumbre, la que había ante la duda sobre cómo se adaptaría la entidad a las circunstancias, se disipó, y de qué manera: el equipo se convirtió en la gran revelación de la primera mitad de temporada y, a estas alturas, está a tan solo seis puntos (con 27 por disputarse) de certificar la permanencia. Todo ello en el año del debut del plantel de Diego Macón en Tercera División, un Diego Macón, con quien Blanquivioletas ha conversado.
¿Cómo está siendo volver a dirigir en Tercera RFEF? ¿Se esperaba una adaptación tan buena del equipo?
Para mí es la segunda experiencia en esta categoría; hace ya bastantes años que estuve con el Villa de Simancas. Es distinto, porque es el equipo de mi pueblo, y es un poco complicado gestionar ese tema de estar en casa y entrenar al equipo de aquí. De momento creo que nos está yendo muy bien. Cuando conseguimos el ascenso sabíamos que iba a ser un año muy difícil, porque el presupuesto es el que es y la categoría te exige mucho compromiso, mucha intensidad y jugadores de mucha calidad, y nosotros tenemos lo que tenemos, pero creo que lo estamos cumpliendo con ganas, con trabajo y con mucha ilusión.
Han conseguido volver a ser tres equipos de Valladolid en la categoría. ¿Cómo cree que afecta al fútbol de la provincia estar así representado en Tercera?
Yo creo que es una cosa que se demandaba desde hace tiempo y que debería ser lo normal. Lo que no es normal es que en Tercera haya tres equipos de León o, tres equipos de Burgos y de Valladolid no los haya. Creo que, en categorías inferiores, somos los equipos que mejor representados estamos: en Liga Nacional, en Cadete Regional… El Real Valladolid, por supuesto, pero los demás equipos también. Es bueno para el fútbol vallisoletano y para el nivel de los jugadores de aquí.
¿Cómo cree que se gestionó la presión del play-off de ascenso, tanto en lo personal como a nivel de club?
Yo creo que no hubo presión, porque era un reto que teníamos, pero no una obligación. Es decir; el club no tenía el objetivo de ascender. Fue una cosa que nos fuimos encontrando durante la temporada y que creo que gestionamos bien. En el último enfrentamiento con el Atlético Mansillés no pudimos ganar, pero creo que hicimos un buen play-off, e hicimos méritos para subir. Ser un gran equipo, sin esa obligación de ascender, creo que nos lo hizo para jugar un play-off bastante bueno.
Esta temporada su equipo está compuesto por una plantilla muy joven, y además, la directiva es de la casa. ¿Cree que es el secreto de la buena dinámica que atraviesa el club?
[Piensa] La plantilla es joven, pero hay una mezcla con veteranos muy buena para el equipo. Los veteranos son, sobre todo, gente del pueblo que lleva años aquí y conocen lo que es este club. Y creo que la directiva es una directiva muy de la casa; todos nos conocemos, todos llevan muchos años juntos, y creo que eso también ayuda para que el ambiente de trabajo sea el adecuado.
Esta temporada se has enfrentado a su hermano Chuchi cuando entrenaba al Palencia Cristo Atlético. ¿Qué sintió? ¿Fue especial?
Fue una sensación distinta, porque llevamos muchos años entrenando e incluso hemos compartido equipo siendo parte del mismo cuerpo técnico, pero nunca nos habíamos enfrentado de manera oficial; sí en algún amistoso, pero nunca en un campeonato de liga. Fue una experiencia bonita; empatamos, con lo cual la cosa salió bien [ríe], aunque a él le salió peor, porque él tenía un equipo que aspiraba a otra cosa. Fue una experiencia más y creo que es una cosa bonita para recordar en familia.
Actualmente ocupa el rol de director deportivo, además del de entrenador del primer equipo. ¿Cómo gestiona ambas funciones?
El director deportivo es la cabeza visible del club y la gestión tiene que empezar por arriba. Gestionamos el primer equipo, trayendo a los jugadores que creíamos necesarios, planificamos la plantilla, y a partir de ahí gestionamos también la cantera. Tengo ayuda de compañeros, y la verdad que estoy muy contento con el trabajo de cada integrante del club, porque ayuda mucho y creo que, entre todos, estamos haciendo crecer al Mojados. Creo que a la vista está, no solo el primer equipo, sino también las categorías inferiores, pues hemos pasado de tener muy pocos equipos a tener ya uno por categoría, incluso en alguna categoría estamos doblando y creo que ese trabajo se tiene que ir reflejando año a año con lo que vayamos creciendo.
Tal y como ha ido las cosas durante este año, ¿llegaron a plantearse alcanzar cotas muy altas?
No. Tenemos que ser conscientes del club que somos. Tuvimos un principio de temporada muy bueno y ahora se está viendo que estamos yendo al sitio que nos corresponde. El objetivo es salvarse, y si lo conseguimos, va a ser un gran éxito, y espero que la gente lo celebre y lo tenga en consideración, porque el hecho de que el Mojados esté en Tercera División es un logro grandísimo y eso es a lo que nos tenemos que ceñir.
¿Piensan ya en la temporada que viene? ¿Le gustaría que hubiera continuidad dentro del plantel?
El fútbol ya sabéis cómo funciona; cada año se renueva el equipo y habrá jugadores que se vayan y otros que lleguen, pero sí, que la base es fundamental y que hay jugadores que vienen desde Preferente que se lo han ganado, que han trabajado duro para estar en esta categoría y que se merecen el continuar. Yo creo que, después de esta temporada, seguirá más o menos la misma base, aunque habrá cambios, como en todos los equipos.
