Hay ocasiones en las que las cosas no pasan en el momento que uno desea, pero, al final, suceden. Que Diego Moreno diera pasos al frente en su carrera profesional era algo que cabía esperar cuando militaba en el Real Valladolid, adonde llegó en el verano de 2020. El lateral zurdo, que se marchó en 2023 al Valencia Mestalla, ha empezado la presente campaña a un altísimo nivel en su salto a la Primera RFEF, que ha dado tras fichar por el Arenteiro. En O Carballiño (Ourense), tierra donde se hace el mejor pulpo del mundo, ha destapado una faceta goleadora que no se le conocía, pero igualmente -o con más motivo- muy valorada.
Entre las ocho primeras jornadas de la Primera Federación, Moreno ha tenido una participación directa en tres de los siete goles de su equipo: dos de ellos rubricados por él mismo, contra el Cacereño y contra el Mérida en la última jornada, y uno tercero en el que asistió, en su partido de reencuentro con la categoría ante el Arenas de Getxo (no en vano, ya jugó en ella con el Promesas en la temporada 2022/23). Fruto de ello es, después del atacante Mingo, el futbolista con mayor relevancia del Arenteiro en fase ofensiva en este inicio de curso.
⚡️ O cheiro a gol, a adrenalina no corpo, o berro da emoción e a celebración final… Momentazo o que nos regalou Diego Moreno no último partido.
Mañá no templo, loitaremos para que a historia se repita #CamiñaConNós pic.twitter.com/WMIMsMqdUQ
— CD Arenteiro (@CD_Arenteiro) September 19, 2025
A las puertas de la selección y debutante con Pacheta
El carrilero cordobés de Villa del Río militó tres años como blanquivioleta, en los que defendió la camiseta del Real Valladolid en 79 ocasiones. Después de que la dirección deportiva de Miguel Ángel Gómez se llevara el gato al agua y lo firmase antes de que el Córdoba lo pudiera tener atado, se sumó al División de Honor que entrenaba Julio Baptista, y que compartió con futbolistas como Iván Fresneda o David Torres. Aunque la pandemia detuvo el desarrollo de dicha campaña, demostró ser un lateral amplio, de mucha cadencia ofensiva e ida y vuelta, veloz y con capacidad de hacer daño en último tercio.
Esas características le hicieron llamar la atención del departamento técnico de la Real Federación Española de Fútbol, que, sin embargo, en un curso interrumpido por la pandemia mundial de covid, no llegó a convocarlo. Sí lo haría José Rojo Pacheta, bajo cuyas órdenes debutó. Lo hizo en Copa del Rey; curiosamente, el mismo día que Torres y en Ourense, localidad cercana a la que actualmente es su casa (O Carballiño se encuentra apenas a media hora escasa de la ciudad de As Burgas). Contra el Barbadás, en una eliminatoria resuelta con 0-2 por el Real Valladolid, jugó 87 minutos, hasta que fue sustituido por Roberto Arroyo.

La salida de Moreno y su paso por el Mestalla
Diego Moreno vivió como blanquivioleta la difícil temporada del descenso a Segunda Federación, aquella en la que el Promesas sufrió una importante descapitalización económica y en la que le costó adaptarse a un contexto de competitividad tan alto. Recién salido de su etapa juvenil, compartió lateral izquierdo con Sergio Nieto, en la actualidad, en el Alcorcón, y que pasa por ser uno de los mejores futbolistas en su posición en la categoría de bronce, por lo que no fue tan protagonista como en la segunda temporada, en la que, a pesar de que fue la de la irrupción de Iván Garriel, fue el tercer jugador con más minutos para Baptista.
Antes incluso de disputar el play-off de ascenso a Primera Federación, y como quiera que el Pucela titubeó al tener a Garri, Moreno no cerró la puerta al Valencia; al contrario: se decantó por dar el salto a otro filial, sobre el papel, más competitivo, un Mestalla en cuya estancia el que, por aquellas cosas del fútbol profesional, llegó a entrenar ocasionalmente con el primer equipo valencianista. Con más de medio centenar de partidos a sus espaldas y con los 23 años cumplidos en enero, decidió salir el pasado verano, con dirección a un Arenteiro en el que, cuentan los que le conocen, está volviendo a demostrar lo que tanto le hizo brillar en Los anexos.
