El técnico de La Granja considera “desmesurado” el castigo de diez partidos que le han impuesto por dar instrucciones a sus jugadores desde la grada

El entrenador del La Granja, Diego Yepes, tendrá que permanecer diez partidos lejos de los banquillos por culpa de una sanción que se conoció esta semana. Podría pensarse que, ante ese castigo, cometió un acto violento, pero nada más lejos de la realidad. La única causa que le hace estar penalizado es que realizó una serie de indicaciones desde la grada cuando estaba expulsado.
Por ello, el propio Diego Yepes habló ante los micrófonos de #HacemosCantera en Radio Marca para valorar el castigo. “Esperábamos sanción porque cometí un acto que no debió realizarse, pero la solución nos ha sorprendido negativamente. Creo que diez partidos es muy desproporcionado“, explicó.
Para empezar, todo viene de la expulsión en el derbi ante la Segoviana, cuando protestó una decisión al colegiado. “Me dirigí al linier, pero sin hacer gestos airados”, especificó. Una semana después, ante el Bupolsa, y al no disponer del teléfono móvil tal y como reconoció, se vio obligado a hacer una serie de indicaciones en el transcurso del partido.
“Cuando te echan tienes que comunicarte con el equipo, meter tensión, anunciar cambios, dar órdenes y además a los delegados no les permiten levantarse. Le dije a mi compañero que hiciera un cambio y vi que el árbitro me miraba y ya supuse que me iba a caer una sanción“, analizó, y añadió que en ningún momento habló con el colegiado de este partido.
El caso es que este martes recibió la sanción de diez partidos impuesta por una Jueza de Instrucción de la RFEF (que desde diciembre gestiona la Tercera División, en detrimento de la FCYLF), que ha supuesto “la guinda”. “Nos hemos sentido defraudados. Somos un equipo recién ascendido y queremos que se nos trate con respeto”, sentenció y añadió que le ha parecido un acto “desmesurado”.
Ante esta situación, el club ya ha recurrido la sanción, pero más allá de eso Diego Yepes pide “reflexión” acerca de este artículo del Código Disciplinario, que propone una sanción de 4 a 20 partidos por estos hechos. “No puede ser que esta acción tenga el mismo castigo que la de Pepe, cuando dio una patada a Casquero o la del Mono Burgos cuando pegó un puñetazo a un rival”, aseguró y recalcó que lo suyo es una falta breve, que en ningún momento conlleva un menosprecio.
Por otro lado, el míster reconoce que se siente frustrado al no poder ejercer sus labores de entrenador y también por el hecho de no haber recibido apoyos. “Me siento indefenso porque ningún comité ni ninguna asociación ha contactado conmigo para contarme las ayudas que tengo”, añadió.
Pase lo que pase con el recurso, en lo deportivo está seguro de que La Granja no se va a rendir. “Esa palabra en el fútbol no tiene cabida. Vamos día a día y queremos salir de ahí abajo”, sostuvo, porque el club segoviano a falta de diez jornadas ocupa los puestos de descenso.
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