Está sufriendo la SD Eibar esta campaña. Sin un juego que enamore y vigésimo en la tabla de clasificación de LaLiga Hypermotion, la necesidad de mejorar de cara a la segunda vuelta es más que acuciante. Los guipuzcoanos entienden que la 25/26 se plantea dura y su plantilla no es de las mejores que han tenido estas últimas temporadas, por lo que tocará sufrir para pelear por un puesto en la categoría de plata en la 26/27, una realidad que ya los sitúa solo por delante de Mirandés y Zaragoza en la tabla general.
A sus mandos, un exfutbolista como Beñat San José. Con experiencia de sobra en su trayectoria, pues a pesar de su juventud ya ha pasado por varias realidades futbolísticas (Bélgica, Chile, Emiratos Árabes Unidos, México, Bolivia o Arabia Saudí, entre otras), su primera gran prueba es a bordo de una SD Eibar que le dio la confianza el pasado mes de febrero para poder llevar a los guipuzcoanos a luchar por el ascenso en la categoría de plata. Un reto que no logró, pero en el que se trató de mantener siempre cerca. El equipo no acabó en puestos cercanos y acabó la temporada noveno, a once puntos del playoff.
A pesar de todo, la entidad confió en él para la presente temporada, donde el equipo no está cumpliendo con las expectativas por el momento. Se añade, además, la reciente caída en Copa del Rey ante el Elche, minimizada por el buen momento de los de Eder Sarabia y por su estatus de Primera División. Un conjunto de sensaciones que hacen de Beñat y su seguridad al frente del Eibar una incógnita y una lucha constante, que veremos cómo se va solventando en los próximas semanas.
El SD Eibar, línea por línea
El equipo de Beñat, se manifiesta como un conjunto vertical y directo, con un esquema bastante fijo y sencillo que suele variar entre el 1-4-4-2 y el 1-4-2-3-1, sin demasiadas rotaciones o fluidez durante los partidos. La amplitud, de hecho, es una de las máximas del equipo, aportando el espacio por dentro para poder progresar y, sobre todo, generar juego por fuera para tratar de dar oportunidades a los delanteros desde la banda. Algo que no ha servido, de momento, para salir del pozo en el que, actualmente, se ven.
En la portería, el portero más experimentado y el más utilizado por Beñat San José es Jon Mikel Magunagoitia. Lo ha jugado todo y, a sus 25 años, es uno de los proyectos más firmes de la entidad. A pesar de su seguridad, son ya veinticuatro los goles encajados esta temporada, dejando solo cinco veces la portería a cero pero dejando pocas dudas de que es el gran actor principal para la portería del Eibar. Portero ágil, rápido y de muchos reflejos.
En la defensa, los centrales más utilizados son Anaitz Arbilla y Marco Moreno. El primero, gran veterano del equipo, con 38 años de experiencia como defensa central y con la labor de conducir a este equipo a defender siempre sus intereses. Junto a él, Moreno, con solo 24 años y mucho que aprender, pero con mimbres para poder ser un seguro en la zaga, con una gran envergadura y con capacidad para crecer con solvencia. El tercero en discordia es Aritz Arambarri, un jugador contrastado, pero con cintura para encajar como central o como lateral diestro, que ya ha disputado casi 800 minutos en la categoría esta temporada.
Es en las bandas donde hay verdaderamente muy poca rotación, pues Leonardo Buta (cedido por Udinese) y Sergio Cubero tienen asimilados los perfiles izquierdo y derecho respectivamente. Seguros con balón y con tendencia a aspirar a sumar metros en banda para buscar la oportunidad ofensiva, son pilares para dar opciones en banda y proyectarse en profundidad.
En el centro del campo, Beñat no se pilla los dedos y quiere solvencia, contundencia y salidas por fuera. Es por eso que en el doble pivote suelen mandar Aleix Garrido y Sergio Álvarez. Los dos piezas seguras con balón que se saben mezclar y combinar en las funciones lógicas de la base de la jugada de un equipo pragmático y sin demasiada brillantez como el Eibar.
En el caso de Sergio Álvarez, uno de los más experimentados de la categoría, siendo perfil para cortar línea de pase y dar opciones en salida. Garrido, en cambio, es el perfil más productivo. Surgido en La Masia, sus 21 años aún buscan un contacto distinto con el balón y trata de aportar un punto de creatividad necesario para superar líneas. Es, quizá, el centrocampista más dotado técnicamente y el responsable de que el Eibar pueda vivir un poco más cómodo con balón.
Junto a ambos y compartiendo minutos de valor alternando onces titulares y suplencias, Lander Olaetxea, mediocentro creativo; Peru Nolaskoain, pivote posicional; y Jon Magunazelaia, jugador clave en zona ofensiva que a menudo monta el eje ofensivo por delante del doble pivote para contribuir ofensivamente, como muestran los dos goles y tres asistencias que lleva ya esta temporada. Cabe destacar, además, la presencia de Toni Villa, ex del Pucela y pieza flexible entre la mediapunta y el sector de banda.
En la delantera, cabe separar las piezas de banda con las de área. En los perfiles, destacan las figuras de José Corpas, por derecha; y Adu Ares, por izquierda. Junto a ellos, una pieza esencial como la de Jon Guruzeta, que parte como extremo por banda derecha pero que tiene capacidad para ser, también, segunda pieza móvil en el área. En el caso de Ares, además, puede aparecer por ambas bandas y tiene peligro en el uno contra uno, siendo un jugador que espera poder dar el salto cualitativo en la oportunidad que le está brindando Beñat en Segunda División tras su salida de Lezama.
En la punta de ataque, destacan dos nombres sobre los demás: Javier Martón y Jon Bautista. Siendo Martón el máximo goleador del equipo armero en lo que va de campaña, parece que es Bautista el favorito para hacer de punta de flecha esta temporada, con 1200 minutos ya para el es de la Real Sociedad y algo menos de 900 para Martón. En cambio, los goles favorecen de momento la figura de este, que ya lleva siete dianas (cinco en LaLiga Hypermotion), sobre los dos goles cosechados por Bautista por el momento a pesar de tener más minutos.
¿Cómo le puede hacer daño el Eibar al Real Valladolid?
Se trata de un equipo seguro en casa a pesar de los malos resultados generales. De los nueve encuentros disputados en Ipurúa, el Eibar ha sacado quinte puntos, el cincuenta por ciento del total que podrían haber atesorado en casa. Es su principal fortaleza y Beñat San José lo sabe. De hecho, la realidad es que el equipo guizpuzcoáno es capaz, incluso, de cambiar el libreto para ser más valiente ante los suyos, pues la suerte suele sonreírles.
La visita del Pucela es, por tanto, un nuevo reto, sabiendo que el equipo, ahora con Sisi al mando, deberá tratar de hacer borrón y cuenta nueva tras el palo que ha supuesto la marcha de Almada y la necesaria búsqueda de otro entrenador para el reto de seguir luchando por el ascenso. Un escenario propicio para los locales, que podrían querer aprovecharse del nivel de nervios o de la posible desconcentración de una plantilla que, seguro, ha sido afectada por el excesivo movimiento de esta semana.
En ese sentido, cabe destacar el juego de las piezas exteriores de los vascos, que pueden ser relevantes para sostener las idas y venidas de Iván Alejo y Guille Bueno, claves en el juego ofensivo del equipo vallisoletano y que podrían hacer temblar la estructura de ataque de un Valladolid que no debería dejar demasiados espacios a la espalda, siendo conscientes de que jugadores como Adu Ares, Corpas o el propio Toni Villa pueden hacer daño en cada oportunidad.