Gianniotas, Míchel y Óscar Plano son los únicos jugadores que han marcado saliendo como revulsivos. En los seis partidos en los que lo han hecho, el Real Valladolid no ha perdido

La victoria del Real Valladolid ante el Almería dejó varios detalles interesantes para las estadísticas blanquivioletas. Además de tratarse de la primera remontada que los de Luis César consiguen culminar esta temporada, los hombres del banquillo volvieron a tener un protagonismo decisivo para el devenir del encuentro.
Tras una primera parte muy deficiente en cuanto a juego y marcador, el técnico gallego decidió mover ficha en el descanso. Hervías y Anuar se quedaron en la caseta y en su lugar saltaron al césped Míchel y Óscar Plano, que dieron al equipo un lavado de cara.
Especialmente, el último, que en quince minutos había culminado su gran aportación en ataque con un gol que devolvió la igualdad al marcador tras el tempranero tanto del exblanquivioleta Sulayman. No obstante, no es la primera vez esta temporada que el madrileño ejerce de revulsivo.
Fue en el encuentro ante el Huesca cuando Plano, que había entrado en el minuto 62 sustituyendo a Gianniotas, marcó el definitivo 3-2 a falta de cinco minutos para el final. Curiosamente, tanto el griego como Míchel han sido los otros dos jugadores que, desde el banquillo, han visto puerta este curso.
En el caso de Gianniotas, es el que menos minutos necesita para ver puerta. Lo demostró ante el Granada, cuando sustituyó a Plano en el 78′ y en el 80′ puso el 2-0 en el marcador. Algo parecido volvió a suceder ante el Alcorcón, cuando el heleno saltó al césped en el 86′ y redondeó la goleada (4-0) en el 91′.
Curiosamente, la ecuación revulsivo-gol solo se da en el José Zorrilla y, siempre que un hombre del banquillo marca, el Real Valladolid puntúa. El único tanto que no sirvió para que los blanquivioletas sumaran de tres fue el que Míchel, que había sustituido a Borja en el descanso, anotó desde el punto de penalti ante el Lugo. El otro tanto, ante su exequipo, el Real Oviedo, puso el postrero 3-1 en el electrónico cumplido el tiempo reglamentario.
De este modo, los seis tantos anotados por el Real Valladolid desde el banquillo han servido al conjunto pucelano para conseguir cinco victorias y un empate, lo que se traduce en 16 puntos de 18 en juego. Unos revulsivos que dan resultado en el feudo blanquivioleta pero que tienen como reto el mostrar la misma versión también a domicilio.
