El central juvenil Rubén se transforma en el jugador de la base del Real Valladolid más destacado durante el pasado mes

Paso a paso y creciendo cada día. Este puede ser el resumen de la primera temporada de Rubén Sánchez como jugador de la disciplina blanquivioleta. El central cacereño había desembarcado en Los Anexos procedente del club en el que había jugado prácticamente durante toda su vida deportiva, el CD Diocesano. El rendimiento del juvenil ha ido aumentando paulatinamente hasta alcanzar el premio de acumular dos partidos como titular con el Promesas.
La confianza depositada en Rubén desde la dirección deportiva del Real Valladolid ha sido devuelta en forma de rendimiento por parte del futbolista. A pesar de ser un jugador de último año juvenil, el Pucela le ofrecía un compromiso para dos temporadas, por lo que tenía que demostrar que era merecedor de tal oportunidad. No lo tenía fácil, pero el central ha sido capaz de dar un paso al frente en el División de Honor y, por supuesto, en las últimas fechas, en el Promesas.
Con Juan Carlos Pereira, primero, y Paco de la Fuente, después, ha sido indiscutible en el centro de la defensa. Al igual que su compañero Pistu, el capitán del juvenil. Los dos han sido los más utilizados y su compenetración ha permitido que la defensa blanquivioleta haya sido muy férrea durante toda la temporada.
Rubén ha jugado el 85% de los minutos disponibles con el Juvenil A. Con 2290′ ha sido el tercer jugador más utilizado de la plantilla, tras Abel y el propio Pistu. De hecho, el cacereño pudo haber disputado más minutos de los que ha disfrutado con el juvenil si Borja Jiménez no le hubiera requerido en tres ocasiones.
Con el Promesas debutó en la vigesimoprimera jornada, en el derbi regional frente al Burgos CF. En aquel partido, Rubén salió desde el banquillo en los últimos minutos para intentar aprovechar su estatura en balones aéreos y dispuso una oportunidad en el tiempo de descuento para haber podido anotar el gol de la victoria para el filial blanquivioleta.
Posteriormente, regresó a la disciplina del División de Honor hasta que, en las últimas jornadas, Borja Jiménez le ha requerido y otorgado más regularidad. Ante el Izarra se produjo su redebut, este ya como titular. 56 minutos en Merkatondoa para seguir acumulando experiencia, que se reafirmaron en Pasarón con una nueva titularidad.
Ante el Pontevedra disputó los noventa minutos del encuentro en el que el filial consiguió la permanencia. Un premio en el que Rubén ha participado de forma indirecta, pero que disfrutará el próximo año formando parte de la plantilla del Real Valladolid Promesas a todos los efectos.
