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El CD Parquesol regresa a la rutina

por Juan Díez
27 de enero de 2019
en Noticias
Foto: Juan Díez

Foto: Juan Díez

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A su estilo, con sufrimiento, el conjunto naranja superó al Alhondiga con un gol de Charle y un nuevo tanto de Carolina

 

Sandra
Sandra || Foto: Juan Díez

Bendita rutina. La buena y la mala. La del triunfo y la del sufrimiento, que parecen ir de la mano en el CD Parquesol de Rubén Jiménez, que no conoce la muerte, pese a estar todo el día tentándola y, lo que es más sorprendente, que consigue acabar cada día más vivo.

La exigencia del rival no atisbaba un partido fácil de ninguna de las maneras, pero eso no quita que, si se daba la oportunidad, se pudiera ganar sin sufrimiento aunque sea una vez en la vida. Ni por esas porque, pese a ponerse cero a dos, el Alhondiga se metió por la única rendija que habia: el balón parado.

Las naranjas sabían antes de llegar que la hazaña estaba en meter el primer gol y la puesta en escena no podía más ambiciosa. Con Ali y Carolina por fin juntas en ataque y con solo tres defensas: Iria, Carla y una extraterrestre llamada Noe, porque lo que hizo este domingo fue de todo menos humano.

No se le fue nadie, se mantuvo en su posición con más seguridad que nunca y aprobó con nota su asignatura pendiente: quitarse a cañonazos el peligro cuando acechara. Y funcionó, porque las getafenses no supieron a qué olía el área contraria, salvo que hubiera una jugada de estrategia de por medio.

No le hicieron cosquillas a un Parquesol decidido a no esperar a la crítica para hacer los deberes esta vez, pues la necesidad de regresar a la victoria era imperiosa. La forma, entre comillas, daba igual, más aún en este campo. Cualquiera firmaba ganar con un disparo a puerta en todo el partido. Y quien no lo haga o no tiene dos dedos de frente, o no sabe quién es el Alhóndiga o es Pep Guardiola.

Y de alguna manera, lo cierto es que fueron eficaces. Porque el primero llegó en la primera ocasión naranja digna de ser llamada como tal, al filo del descanso. Antes, las de Rubén se habían acercado y las locales habían avisado a pelota parada, pero sin rondar el gol, más allá del penalti errado por Sandra, que volvió a brillar, aunque lanzó flojo y Yanira, además, se estiró bien para evitar la pena máxima.

 

Un triunfo con sabor uruguayo

De Uruguay vino el tango, vino el criollo y vino Carolina Birizamberri –menos mal–, que con solo un toque demostró por qué está aquí. Giró la bota derecha y, mientras Yanira parpadeaba, el balón ya estaba lamiendo la red, perfectamente rematado tras un pase de Sandra, muy dotada –un día más– para ocupar el perfil izquierdo.

Desde ese mismo lugar llegó el segundo, ya tras el descanso y sin querer. Charle centró, porque centró, y la pelota se fue envenenando hasta entrar, forzada por el viento que desde el primer minuto se vio que quería ser protagonista.

Charle
Charle celebra el gol con su padre
Foto: Juan Díez

Charle conseguía así instaurar la tranquilidad sin casi ni siquiera entrar en la segunda parte. Milagro, pensarán, inocentes. Porque la calma en el Parquesol es como en las canchas uruguayas, una broma de mal gusto. Podrían haber controlado las visitantes el partido desde entonces, pero no quisieron o, más bien, no pudieron y lo pagaron con el sufrimiento otorgado por el gol local, síntoma de que el enfermo aún no había terminado de curarse.

A veinte metros de la portería se vio Tita con un caramelo. Esa falta era para pedirla y para enchufarla. La puso fuera del alcance de Lucía, que ya había salvado una parecida en la primera parte, pero no pudo con el guante de la seis del Alhóndiga, que pescó el premio entre los nervios rivales.

Nada nuevo bajo el sol. El Parquesol regresaba a su hábitat, a los diez minutos del infarto, solo que ahora con ventaja en el marcador, que se mantuvo gracias a que la propia Tita mandó al ostracismo una falta idéntica –si acaso algo más cercana– en el minuto 90 y permitió a las vallisoletanas ganar por primera vez en 2019 y situarse, de momento, terceras. Se alegró Noe, resopló Lucía, suspiró Rubén, Sandra hizo otro caño y Barbi volvió a ser Barbi. El Parquesol ha vuelto a la rutina, esa de la que nunca debió salir.

 

AD Alhóndiga: Yanira; Laura (Ylenia, min. 53), Estefi (Andrea, min. 71), Gema (Sara, min. 53), Heidi; Tita, Marta, Bravo, Ortiz (Carolina, min. 63), Mamen y Peke.

CD Parquesol: Lucía; Carla, Noe, Iria; Nata, Barbi, Sandra (Rivas, min. 89), Charle (Judy, min. 88), Alicia Rey (Yarima, min. 59); Carolina y Ali.

Goles: 0-1, minuto 45: Carolina; 0-2, minuto 46: Charle; 1-2, minuto 71: Tita.

Amarillas: La colegiada Espinosa Ríos amonestó con tarjeta amarilla a Murita, del Parquesol.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 16 del Grupo V de la Segunda División Femenina, celebrado en el Giner de los Ríos, en Getafe, ante poco más de 50 espectadores.

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