Con este ya son ocho los partidos que el Pucela ha jugado contra los gallegos sin que hayan conseguido una victoria
A la tercera no va la vencida, ni a la cuarta ni a la quinta… ni a la octava. El Real Valladolid ha jugado ocho partidos contra el Lugo y no ha sido capaz de ganar en ninguna ocasión. De hecho, apenas es capaz de anotar goles a los lucenses; solo tres goles en aquella cifra de partidos.
El primer choque entre ambas escuadras se remonta a la temporada 1992/93, cuando gallegos y castellanos se enfrentaron tanto en el José Zorrilla como en el Anxo Carro con idéntico resultado: cero a cero. Al final de aquella campaña, los vallisoletanos ascendieron de categoría y los lucenses la perdieron.
Desde entonces, el Lugo ha pasado mucho tiempo en la categoría de bronce, mientras que el Pucela ha dividido su estancia en Primera y en Segunda. En la 12/13, el Lugo retornó a Segunda División, pero el Real Valladolid estaba en Primera. El reencuentro entre ambos contendientes tuvo que esperar hasta el 2014 cuando los blanquivioletas visitaron el feudo norteño.
Esa fecha, el Pucela se fue de vacío de Lugo, 1-0 fue el resultado, mientras que los siguientes tres choques se saldaron con sendas igualadas a uno. El último precedente, en el partido de ida de esta temporada, el Real Valladolid volvió a perder por un tanto a cero. El empate de este domingo hace que el Pucela prolongue su mala racha ante los gallegos durante ocho partidos, convirtiéndose así en la bestia negra de los blanquivioletas.
Joselu, un dolor de muelas para el Pucela
Si la bestia negra del Pucela es el Lugo, Joselu es su ejecutor. El delantero centro onubense, que apenas lleva dos años en Lugo ha hecho cuatro goles al Real Valladolid en cuatro partidos. Sus tantos han servido para que los rojiblancos hayan sumado seis puntos en sus enfrentamientos con los de la capital del Pisuerga.
Hoy lo ha vuelto a hacer. El punta puso por delante a su equipo en el minuto trece con un gol de delantero de área, adelantándose a su marca tras un centro raso desde la banda derecha del ataque gallego. Un buen gol, que sin embargo, fue contrarrestado rápidamente por Raúl de Tomás en el 18’.
