Los fallos de Becerra y Caro firman las tablas definitivas
Foto: LFP
Hay partidos en los que a pesar del dominio, las acciones puntuales son las que definen el resultado. Tener la posesión del esférico solo asegura que ten van a atacar menos veces, pero no que estés exento del peligro de encajar un gol.
La era del fútbol europeo gobernada por Mourinho y Guardiola –que parece acabar– nos mostró que al balompié se puede jugar de muchas formas y que, pese a su continuidad, este deporte se decide en las áreas y en los momentos puntuales. Sin ello, no se explicaría el pase del Inter de Milán del portugués frente al Barça del catalán en el año 2010 en Liga de Campeones, ni la primera versión del Atlético de Madrid de ‘El Cholo’ Simeone.
Sin embargo, debemos volver al aquí y al ahora, o sea, al Real Valladolid de Segunda de la temporada 2016/17. Ni este equipo, ni su último rival, el Córdoba CF, cuentan con jugadores de la talla de los equipos antes mencionados, con lo que es probable que sus detalles más decisivos sean, más bien, de signo negativo.
Así pues, pese al dominio blanquivioleta –más palpable en la primera parte– y el repliegue del Córdoba –tan buscado como permitido– el marcador no se movió, por falta de pegada y de profundidad, hasta un fallo garrafal de Isaac Becerra.
El gesto fue tan simple como salir con decisión –siempre lo hace– pero sin la altura en el salto ni el momento adecuados, con lo que su puño al aire acabó llegando a la mandíbula vallisoletana en forma de gol de Caro.
Un coste inasumible si no fuera porque Caro, de nuevo presente en el segundo error que decidiría el marcador, perdió un balón frente a Míchel que llegó a su demarcación tras una más que posible falta a Rodri. El jugador blanquivioleta supo aprovechar el fallo definiendo de aquella manera: esperó hasta tener opción de disparo desde su entrada por el lateral del área, y cuando todo el mundo la pedía para empujarla, decidió definir al segundo palo un poco de aquella manera, pero suficiente para restablecer las tablas en el electrónico.
Dos errores caros en cuanto al protagonista y en cuanto a que acabaron en gol del contrario, pero subsanados, en cierta forma, por los fallos del oponente y el reparto de puntos. Sin embargo, aquí en Valladolid debemos plantearnos, al menos, si Isaac Becerra ha agotado todo su crédito. O visto desde otro modo: si Pau Torres no merece una oportunidad tras los fallos de su compañero.