Gianniotas marcó ante el Granada su primer gol con la camiseta del Real Valladolid en la primera ocasión en que tocó balón

Dicen que vale más llegar a tiempo que rondar cien años. Que se lo digan a Gianniotas, que ante el Granada cumplió el sueño de cualquier futbolista: debut con gol, y victoria de su equipo. El griego llegó y besó el santo.
Corría el minuto 77 cuando saltó al césped del José Zorrilla en sustitución de Óscar Plano. Fue su compañero Míchel, que había ingresado en el terreno de juego ocho minutos antes, el que la asistencia.
Era el primer balón que tocaba, pero a Gianniotas no le temblaron las piernas y el esférico terminó en el fondo de la red.
Voló el extremo, tanto antes de finalizar como en la celebración de su primer gol como blanquivioleta. Eufórico, y quizás un poco incrédulo, el heleno saltó y lo celebró rodeado de todos sus compañeros.
No contento con ello, Gianniotas quiso volver a perforar la portería de Javi Varas. Cerca estuvo de lograrlo, ya en el añadido, al rematar con la pierna derecha desde fuera del área, pero el guardameta nazarí le ganó la partida.
Apenas un cuarto de hora fue suficiente para que el griego se ganara a la parroquia blanquivioleta. Con el pitido final, la grada del José Zorrilla reconoció su buen desempeño y coreó su nombre. Gianniotas quiso devolver el gesto a la afición y, al llegar al túnel de vestuarios, se paró a saludar uno por uno a varios niños que le esperaban.
