El Real Valladolid llevaba sin ganar dos partidos consecutivos lejos de casa en Liga desde octubre de 2014

Lo bueno se hace esperar dice el refranero popular, en una muestra de sabiduría para dar esperanzas al más impaciente. Pero el problema es que en el caso del Real Valladolid no solo es que se haya hecho esperar, sino que directamente ha estado cerca de dejar las buenas nuevas para la próxima generación. Y es que con la victoria ante el Numancia en Los Pajaritos, el Pucela ha conseguido encadenar dos triunfos consecutivos fuera de casa en Liga, una circunstancia que llevaba unos pocos años sin darse.
¿Lo imaginan? Sí, hay que agarrar la máquina del tiempo y remontarse hasta la época en la que Rubi se sentaba en el banquillo blanquivioleta, ni más ni menos. Corría el 26 de octubre de 2014 cuando los vallisoletanos conseguían derrocar en el Carlos Belmonte por 3-4 al Albacete en un vibrante partido, de manera que se conseguía un seis de seis sumado al 0-1 precisamente en Los Pajaritos dos semanas antes. Todo ocurría entre las jornadas ocho y la diez.
No hace falta echar cuentas. Algo más de tres años y medio después, más de cuarenta hojas de calendario, el Real Valladolid ha conseguido un hito que muchos ya daban por imposible esta temporada.
No era para menos. El de este sábado ha sido el cuarto triunfo como foráneo de este curso, con lo que ya se puede hacer uno idea de la complicación de encadenar dos consecutivos. Y enfrente, un Numancia que brillaba en el podio como tercer mejor local de la categoría. Aquel que diga que el resultado final no ha sido una sorpresa mayúscula, mentiría.
Sí había conseguido el Real Valladolid esta temporada, en todo caso, una circunstancia parecida pero no igual a la mencionada. Los de Luis César Sampedro se impusieron a principio de curso primero al Sevilla Atlético por 1-2 en la segunda jornada para después ganar al Huesca 0-2 en El Alcoraz… pero en Copa. Un sí pero no en toda regla. Porque en el siguiente compromiso como visitante en Liga concluyó 4-4 frente a la Cultural Leonesa en una locura de encuentro.
Así las circunstancias, si al Pucela le queda alguna opción de clasificarse para el play-off esta temporada, está claro que es gracias a los choques que está resolviendo el equipo apartado de Zorrilla desde que Sergio González ocupó el banquillo. Una buena racha lejos de casa… demasiado tardía.
