Transcurridas ya veintiséis jornadas de competición, Toni no ha conseguido ver puerta en ninguna de ellas. Su último tanto data del ocho de febrero del pasado año

Se suele decir que en el fútbol lo más importante y lo que más se paga, es el gol, razón no le falta a esa afirmación, ya que cuando analizamos a jugadores que son importantes en las parcelas ofensivas de sus equipos, el primer dato al que acudimos es al número de veces que han perforado la red rival.
Si analizamos el caso particular de Toni, probablemente sea lo que al menudo mediapunta del Real Valladolid Promesas le falte para terminar de convencer a técnicos y dirigentes y derribar la puerta del primer equipo. Los datos del murciano en esta parcela son muy pobres: cinco goles anotados la pasada temporada y cero en la presente.
No es un jugador que tenga que cargar con la responsabilidad anotadora del Real Valladolid B; se trata de un futbolista diferente en el plantel, con capacidad de desborde, de asociación y de dar ese último pase que provoque situaciones de peligro al rival. Pero debe de mejorar sus registros anotadores. Para él y para las personas que reclaman que toque el primer equipo con más asiduidad, sería un argumento de peso hablar del futbolista con una decena de goles en su haber.
Ocasiones no le han faltado durante todo el curso para ver portería, pero parece que está gafado de cara a puerta. Las ha tenido de todos los colores, a veces se estrellaban contra el guardameta rival, otras contra la madera o directamente se iban fuera, pero Toni no consigue dar con la tecla.
La pasada campaña anotó cinco tantos, algunos de ellos importantes y que sumaron puntos para el Promesas como los convertidos ante el Real Oviedo, el CD Guijuelo o el Langreo. Estos tres tantos se suman a los goles que el mediapunta hizo al Tropezón y al Somozas. Precisamente ante el equipo gallego, en Los Anexos al Estadio José Zorrilla fue su último gol hace ya más de un año.
Todavía restan doce jornadas para que la temporada eche el cierre, encuentros más que suficientes para que pueda romper su sequía y porque no igualar o mejorar los datos de la temporada pasada. Los blanquivioletas necesitan de la mejor versión del enganche murciano para cumplir el objetivo de mantener la categoría y sus goles se esperan como agua de mayo.
Con todo lo escrito anteriormente no se está exponiendo una mala temporada de Toni, ya que ha realizado actuaciones más que notables en muchos encuentros y es pieza fundamental en los planes de Borja Jiménez. Sus asistencias y los penaltis que ha provocado bien valen su peso en oro para un filial necesitado de puntos.
Tan solo le falta lo que más vale en el deporte rey: el gol. Un tanto que tarde o temprano llegará y que, como suele ocurrir en este tipo de situaciones, rota la sequía, los tantos venideros no se harán esperar tanto como el primero.
 
			