 El seis de junio de 2007, Enrique Pina se convertía oficialmente en persona non grata para la afición del Granada CF, club histórico que veía como el capricho de un tal Carlos Marsá se convertía en realidad: Llevar a “su” Granada 74 a la segunda división del fútbol español.
El seis de junio de 2007, Enrique Pina se convertía oficialmente en persona non grata para la afición del Granada CF, club histórico que veía como el capricho de un tal Carlos Marsá se convertía en realidad: Llevar a “su” Granada 74 a la segunda división del fútbol español.
Pese a que FIFA, UEFA Y RFEF se mostraron contrarios al trato, lo cierto es que la plaza del Ciudad de Murcia (equipo que pertenecía a Pina) en la segunda división pasó a ser ocupada por el Granada 74 CF SAD, quien además se hizo cargo de la ficha de ocho de los jugadores del actual Atlético Ciudad.
Sin embargo, dos años después de convertirse en enemigo público de la afición nazarí, Enrique Pina desembarcó nuevamente en Granada con Giampaolo Pozzo de la mano, máximo accionista del Udinese italiano.
La llegada de ambos en pleno proceso de ley concursal ha supuesto un alivio para las maltrechas arcas del club, toda vez que la familia Pozzo ha sufragado parte del total de la deuda a cambio de futuras participaciones en un proceso de conversión en SAD, cuyo inicio se prevé para enero de 2011.
Gracias al apoyo italiano, Pina ha logrado devolver al equipo, veintitrés años después, a la categoría de plata del fútbol español. Pero su ambición no acaba ahí. Pina y Pozzo quieren llevar al Granada a la primera división, y para ello no han escatimado en gastos esta temporada.
Si la pasada campaña fueron nada menos que once los jugadores cedidos, ésta serán nada menos que catorce los jugadores cuyo contrato pertenece al conjunto de Udine:
Los zagueros Diego Mainz, Rubén Párraga, Allan Nyom, Jonathan Mensah y Guilherme Siqueira, los centrocampistas Óscar Pérez, Felipe Sanchón, Ritchie Kitoko, Dani Benítez y Carlos Calvo; y los delanteros Fabián Orellana, Tariq Spezie, Luis Fernando Muriel y Álex Geijo.
En las últimas temporadas, Udinese ha destacado por ser uno de los grandes animadores del mercado de fichajes debido a que año tras año el equipo que entrena Francesco Guidolin se hace, gracias a su amplia red de ojeadores, con jóvenes promesas sudamericanas y africanas para luego foguearlas antes de que pasen a formar parte de su primer equipo.
Ésto se ha quebrado en los últimos tiempos con el fichaje de varios jugadores procedentes de la liga española, como el canterano del Albacete Jaime o los jugadores del Granada Rubén, Mainz, Felipe o Tariq.
Esta política de ‘scouting’ y colaboración ha llevado a la familia Pozzo a gestionar a casi cien jugadores al amparo de sus diversas empresas (treinta y siete de ellos cedidos y cinco en fórmula de co-propiedad), entre las cuales se encuentra Dixian 2009 SL como máxima representante en el fútbol español.
Ésta es la que ha llevado a cabo los últimos tratos por Jaime a Udinese, Orellana al Xerez o Abel Aguilar a Zaragoza y Hércules, entre otros, y la que con Enrique Pina como administrador único se convertirá, a priori, en máxima accionista del club nazarí, gracias a la sociedad del propio Pina con Gino Pozzo, hijo de Giampaolo.
Cabe destacar que en los últimos tiempos este empresario italiano afincado en Barcelona ha buscado también entrar en el accionariado del Espanyol de Barcelona, si bien por las trabas encontradas se centrará finalmente de forma exclusiva en su proyecto granadino.
Enrique Pina, representante encargado de traspasos como el de Javier Saviola al Barça o de Iván Helguera a la Roma, se ha propuesto llevar a Granada la primera división. Quizá parezca prematuro, pero él piensa ya en esta temporada. El objetivo es convertir al conjunto nazarí en su propio Udinese. Cuestión de ambición.
Por lo pronto, después de no comenzar bien ante el Betis, el Real Valladolid será en la carrera por el ascenso a primera división su segundo escollo, que deberán afrontar con las bajas de Mensah y Orellana, convocados por sus respectivas selecciones.
No obstante, dicha carrera es larga. Quién sabe si cuando termine Pina resulta ser un héroe apenas cuatro años después de ser villano…
