Las naranjas ganan al líder gracias a saber competir y al gol de Ali de rechace en un penalti que decidió un choque de contadas ocasiones
No ha sido el 2020, que acaba de comenzar, ni tampoco los Reyes Magos, que todavía no han venido. Ni el azar ni la brujería han sido causantes de un triunfo que solo es sorprendente para quien mire la clasificación, pero no para aquellos que han disfrutado de la mejoría del Parquesol en las últimas semanas.
Desde que finalizó la eterna racha sin gol y sin victoria, las naranjas han terminado de situarse. Contra el Friol consiguieron tres puntos que ya habían merecido con anterioridad, y ante el Barcelona se fueron de vacío después de dar una imagen espléndida. El hecho de recibir al Athletic B era la gran oportunidad de sumar ante un grande algo más de tres puntos: el premio de toda una primera vuelta.
En el minuto 66, se desmontó el empate a cero que arrastraba un partido, incapaz de sorprender. Ni a propios ni a extraños. Ni a Lucía, a ella nunca la sorprenden. Su doble parada minutos antes del gol valió tanto como la propia diana de Alicia. Llegó de penalti, encuentros así solo pueden resolverse o con una genialidad o con un detalle.
La parada de Arrate, que adivinó el lanzamiento de la ariete, dejó frío –un poco más—a un Saso que veía como la suerte parecía no cambiar con el nuevo año. Por suerte, solo fue un segundo, porque en el siguiente el balón ya estaba dentro gracias a que Ali se aprovechó del rechace muerto. No fue tampoco una celebración apoteósica porque acabo dolorida en la jugada.
Era lo de menos porque el equipo ya se encontraba sonriente. Y los veinte minutos largos –muy largos—que quedaban no causaron la relajación de las naranjas, ni mucho menos. Siguieron concentradas, con una defensa sin errores, capaz de frenar al filial rojiblanco, mucho más espeso de lo habitual, Ni la intensidad de Irene ni los destellos de Paula Arana le hicieron florecer. Enfrente contaba con un Parquesol dispuesto a dar, esta vez sí, la campanada.
Portería a cero para empezar 2020
Pudo llegar el segundo con un zapatazo de Isa Álvarez, cosecha propia, pero había que sufrir. La larga agonía fue solventada por la sobriedad de Noe, de la propia Isa y de las laterales, inconmensurables. Carla, pero sobre todo Paulita. Su adaptación al lateral ha significado una de las mejores noticias en el final de esta primera vuelta, confirmado con estos 90 minutos sobresalientes tanto en ataque como a la hora de recular.
Con Nata y Barbi conectadas es cierto que todo es más fácil, junto a Sandra Calvo que volvió a simbolizar el equilibrio del equipo. Además, se notó la picardía adquirida en el descuento, pero no se pudo evitar un último susto en un balón que se paseó por el área naranja en el minuto 94, que hizo presagiar otra decepción. No había tiempo para ello.
El Parquesol acabó con su maldición ante los grandes, demostró su crecimiento, confirmó que la liga puede deparar cualquier resultado y comenzó 2020 con una inmensa alegría, premio al trabajo de 2019. A efectos de la tabla, además, da un golpe sobre la mesa, porque se aleja del descenso, con la opción de situarse once puntos por encima del Sporting en caso de ganar la próxima semana en casa a las rojiblancas.
CD Parquesol: Lucía; Carla, Noe, Isa, Paulita; Barbi, Nata, Sandra Calvo (Charle, min. 79); Alaitz (Sandra Pascual, min. 64), Yarima (Judy, min. 87) y Ali (Alicia Rey, min. 84).
Athletic B: Arrate; Irene, Naroa, Clara (Maite, min. 73), Ane (Mañoso, min. 86); Paula, Irati (Amaia, min. 61), Nerea, Mariana, Alejandra y Amaiur (Gabrielle, min. 73).
Goles: 1-0, minuto 66: Ali.
Árbitro: Gutiérrez Garrote amonestó a Irene y Amaia, jugadoras del Athletic B.
Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 15 del Grupo Norte de la Segunda División Femenina, celebrado en el José Luis Saso ante 100 espectadores.
 
			