El Real Valladolid visita este domingo La Catedral con las novedades en lista de Manucho y Bueno, repescados, que adelantan en sólo un entrenamiento al recién llegado Neira. Enfrente estarán unos leones heridos, en los que Llorente finalmente no salió.
Si hay un partido en el que la tensión estará por las nubes esta jornada ése será el Athletic Club – Real Valladolid. Suena a exageración, pero no lo es si uno tiene en cuenta la polémica salida de Javi Martínez de la entidad bilbaína, la permanencia de Llorente en el equipo y el poco ruido, pero ruido, al fin y al cabo, que hace el apartado Amorebieta y los nervios y rarezas que reinaron en el último día del mercado en Zorrilla.
Rarezas porque al final no hubo tantos movimientos como se esperaba. Ciertamente, salieron cuatro de los jugadores que no contaban y se permitió la marcha en busca de minutos en Segunda B de Mongil, pero la idea era traer a cuatro jugadores que al final no llegaron. Aun así, puede decirse que Miroslav Djukic tiene lo que tenía, veinte más cantera.
O no, porque dentro de esos veinte entra precisamente un canterano (sustituyendo a Javi Navas, cosa imprevista hace un par de semanas) y dos jugadores que juegan allí donde él reservaba una plaza a los venidos de fuera, pero con los que no contaba, el mediapunta madrileño Alberto Bueno y el delantero angoleño Manucho.
Si había dudas al cierre de mercado sobre cómo encajaría el almirante la vuelta de los dos al grupo, en la convocatoria para San Mamés las ha disipado: los dos a La Catedral y Juan Neira a rezar en otro sitio, que a Bilbao no viaja. Vamos, que sí hay marcha atrás. O simples dosis de un realismo y saber estar a los que él mismo apelaba en fechas recientes, quién sabe. Que cada cual se acoja a la teoría que prefiera. Pero estar, están.
El argentino, uno de los seis refuerzos acometidos este verano, se queda en casa, cosa que no hará Mikel Balenziaga. No obstante, su viaje es por ocio, ya que una cláusula del contrato firmado el pasado verano le impedirá jugar en la que fue su casa. Más allá de la entrada de Peña por el ‘Expreso de Zumárraga’ no se esperan cambios en un once que Valladolid se sabe ya de corrido. Y luego, si la cosa se tuerce, ya veremos.
Enfrente está por ver si ‘El Loco’ Bielsa también hace borrón y cuenta nueva y perdona sus pecados a Amorebieta y Fernando Llorente. No estaría de más, a tenor de lo visto en los últimos encuentros, ya que mientras el Valladolid no ha encajado un solo gol y es colíder después de dos jornadas, en tres partidos en Athletic ha recibido la friolera de doce goles, tres de ellos ante el Helsinki, un rival netamente inferior.
Con la base del año pasado, fatigada por llevar nada menos que dos meses de entrenamientos en los albores ligueros y teóricamente hastiada por los conflictos internos y las formas del rosarino, Bielsa afronta un partido sin reválida pero con gran presión, no tanto porque su puesto corra peligro (su destitución sería impopular: buena parte de la hinchada de San Mamés está encantada de “vivir a lo loco”) como por la continuación de la pesadilla que supondría no ganar al Valladolid.
Salvo sorpresa, Gurpegi seguirá haciendo las veces de central y el ex blanquivioleta Aritz Aduriz vistiéndose de algo que no es, un Llorente al que el reino león recibirá de uñas, si es que sale al césped. Si La Catedral aprieta y el equipo logra siquiera un par de ‘uys’ durante los primeros minutos, la presión alta de los locales se convertirá en un peligro contra el que los soldados de Djukic deben combatir especialmente atacando por el costado diestro, como en anteriores partidos, ya que el lateral izquierdo, Íñigo Pérez, no es tal.
Convocatorias
Real Valladolid: Jaime, Dani Hernández, Rukavina, Rueda, Sereno, Valiente, Peña, Álvaro Rubio, Sastre, Víctor Pérez, Baraja, Ebert, Lolo, Óscar, Bueno, Omar, Guerra y Manucho.
Athletic de Bilbao: Iraizoz; Iraola, Ekiza, Gurpegi, Iñigo Pérez; Iturraspe, De Marcos, Muniain; Susaeta, Aduriz, Ismael López; Raúl, Toquero, San José, Ibai Gómez, Castillo, Igor Martínez, Ruiz de Galarreta.