El filial blanquivioleta podría volver al estadio si los aficionados desplazados desde Santander son numerosos y si el estado del terreno de juego no lo desaconseja

Foto: Rosa M. Martín
El próximo fin de semana el Real Valladolid verá cómo sus dos primeros equipos juegan dos encuentros con una carga emotiva alta. Mientras el primer plantel se enfrentará el sábado a partir de las ocho y cuarto al Real Oviedo en su regreso al Carlos Tartiere, después de más de quince años sin pisar terreno ‘hermano’, el filial recibirá al Real Racing Club en un duelo que también suscitará mucho interés, con horario y fecha aún por determinar, y también escenario.
Conforme se ha ido acercando la fecha, ha aparecido en los mentideros de la ciudad un runrún creciente. “¿Jugará el Racing de Santander en Zorrilla? Después de todo, el año pasado ya se abrió el estadio para que el Promesas jugara contra el Oviedo”. Ha habido incluso quien ha afirmado que las posibilidades son altísimas, aunque todavía la decisión no ha sido tomada.
Jorge Santiago, director de operaciones del Real Valladolid, así lo reconoce. Que “no está decidido, pero es una opción marcada desde principio de temporada”, alega, quitando peso al rumor, lejos de confirmarlo. De hecho, no descarta que se juegue en Los Anexos.
A día de hoy, que se pueda jugar o no en el Nuevo José Zorrilla depende “de dos factores”: del estado del césped del estadio y de cuántos aficionados racinguistas se vayan a desplazar, cifra que si bien no se podrá conocer a ciencia cierta aun anunciado el escenario, sí se puede saber de manera orientativa, como previsión, antes de que haya ‘fumata blanquivioleta’.
“Si viajan tan pocos como fueron a Pontevedra, podría ser en Los Anexos. Pero si viajan tantos como fueron a Logroño, podría haber más problemas, porque hay que tener en cuenta la seguridad”, expone el director general, a sabiendas de que al partido frente a la UD Logroñés se desplazaron unos dos mil seguidores del conjunto cántabro y que la distancia entre la novia del mar y la capital del Pisuerga es muy semejante a aquella.
Que el público visitante sea masivo no descarta de todo el habitual lugar de juego del filial. “En Los Anexos se puede colocar gente alrededor del terreno de juego, como sucede en cualquier campo. Es otra cuestión a valorar”, pondera Jorge Santiago, que añade: “Nosotros somos los que fijamos la fecha, la hora y el lugar. Lo estamos valorando. Seguramente hasta el jueves no sepamos nada seguro”; un día antes, cabe recordar, del momento en el que se deba notificar tal decisión a la RFEF.
La decisión final está en sus manos, de manera que no se puede hablar de porcentajes en torno al sí y al no. “Yo decido, y no lo tengo claro”, afirma asertivamente, dado que sabe, y así lo dice, que, además de tener en cuenta esas razones de seguridad, la preservación del campo en el que desarrolla su actividad el primer equipo es prioritaria, más a sabiendas de la opción, casi realidad, de que la final de la Copa del Rey de rugby se jugará –¿también?– en Zorrilla.
