Las naranjas buscan la novena victoria consecutiva, que las colocaría segundas, y así asegurarse terminar el año en puestos de Primera B

Desde que el Parquesol perdiera contra el Alhóndiga el veintitrés de septiembre, todo rival que se ha medido a las naranjas se ha ido de vacío. O, lo que es lo mismo, el conjunto de Rubén Jiménez acumula ocho triunfos seguidos, lo que ha convertido los partidos de su equipo en una especie de visita al dentista. Y el siguiente en entrar a consulta es uno de los más firmes candidatos a romper esa hegemonía: el Rayo Vallecano B.
Pese a que, tal y como marca la clasificación, el momento de forma de las vallecanas no es tan idóneo, es evidente que siempre le han puesto las cosas difíciles al Parquesol. Es más, nunca han perdido contra las naranjas en su etapa en el Grupo V, donde se han enfrentado un total de seis veces (tres victorias rojiblancas y tres empates).
El año pasado, el triunfo vallecano sirvió para complicarle el tercer puesto al Parquesol, aunque finalmente cayó de su lado en la última jornada. Esta temporada, el Rayo visita el Saso este domingo (16:00 horas) con una plantilla más joven después de que su entrenadora haya pasado al primer equipo.
Aun así, llegan con toda la intención de frenar a su rival, que está a solo dos pasos de cerrar 2018 de una forma impensable a principio de temporada. Porque si las naranjas logran los tres puntos adelantarán al Atlético de Madrid, segundo clasificado, y asegurarán, de forma matemática, terminar el año en puestos de Primera B. Además, en caso de que el Tacón haga los deberes y gane al Dinamo Guadalajara, le podrían meter una distancia de ocho puntos a sus rivales manchegas.
“Llevamos una dinámica que tenemos que mantener. Si ganamos tendremos la oportunidad de aprovecharnos de los resultados que se den”, afirmó Rubén, que ve en el Rayo B un equipo “mucho más luchador”, con una cantera con “un enorme sentimiento de escudo que muy pocos tienen”. “Van a luchar y a darlo todo”, añadió.
Ante ello, espera que su plantel sepa protegerse y “manejarse en el tablero” y, sobre todo, que logren desactivar el centro del campo vallecano para que el balón sea de color naranja. “Si dejamos que ellas conecten en el juego interior, nos van a hacer mucho daño”, advirtió.
La ausencia de Maka hace que las dieciséis futbolistas del Parquesol convocadas para la batalla del domingo sean Lucía, Martina; Alicia Fernández, Judy, Noe, Rivas, Carla; Barbi, Nata, Charle, Sandra, Yarima, Paulita; Alicia Rey y Ali.
