Las naranjas se marchan al parón tras caer goleadas (4-1) en un encuentro en que las locales se adelantaron, y después machacaron, a la contra
Foto: Juan Díez
Cuando tras duras jornadas de trabajo, en el horizonte se atisba un descanso, uno suele suspirar porque llegue cuanto antes, pero también en el fondo se pregunta si ese parón llega en buen momento, si uno se marcha con todo el trabajo en orden, o si, por el contrario, desea regresar cuanto antes para volver a enderezar el rumbo. Cuando ocurre ese segundo caso, el descanso se hace de todo menos liviano.
El Parquesol Femenino experimentó su primera derrota de la temporada lejos de su campo. Concretamente en Vallecas, donde el Rayo B hizo honor a su nombre y fulminó a las naranjas y, a su vez, su inicio brillante de temporada.
Pero en ese abultado resultado no figura que cayeran sin orgullo. Al contrario. El Parquesol cayó con orgullo, fiel a su estilo hasta el minuto noventa, conscientes de que hay partidos en que eso da más frutos que en otros, sin buscarle los tres pies al gato.
Obviamente fallaron en muchos detalles. Les faltó puntería, desborde, solidez defensiva y casi siempre comunicación, ante un sistema defensivo férreo como el del Rayo B. Pero simplemente hay días que las cosas salen y días que no.
Y en esta ocasión era evidente que no. Y eso que no se podía presagiar nada así al principio, cuando el choque se asemejaba más a una partida de ajedrez o a un encaje de bolillos que a un verdadero partido de fútbol donde, aunque sólo fuera anecdótico, el liderato estaba en juego. Todo estaba estudiado al milímetro.
Y el que se puso primero fue el Rayo, gracias a un potente disparo de Esther contra el que nada pudo hacer Lucía. Todo no lo puede parar. Era la primera llegada de las vallecanas, por lo que, añadido al potencial defensivo de ambos conjuntos, podía pensarse que el gol podía ser definitivo.
Eso quedó en entredicho cuando Barbi, en un acto de fe, se aprovechó de un error de Portomeñe para igualar. Pero, como diría aquel, poco dura la alegría en casa del pobre. Y el Parquesol fue el pobre cuando, en un balón a la espalda de las defensas naranjas, Ali superaba a Lucía y empezaba a mostrar la puerta de salida a las esperanzas del Parquesol de seguir sumando de tres en tres, también en Vallecas.
Esas opciones terminaron por desaparecer cuando, entrada la segunda parte, en un mano a mano, la portera rayista frustraba la que sería la última gran ocasión de empatar el choque para las vallisoletanas. Una parada que no entraba en el guion. En el papel estaba escrito que eso debía ser gol, merecía serlo. Porque desde el inicio de la segunda mitad hasta entonces el Parquesol presionó y sí, movió el balón de una manera que el Rayo no logró hacer en ningún instante. Tampoco le hizo falta. Con el contragolpe era suficiente.
A veces la valentía no lleva intrínseca la recompensa. Unos minutos más tarde, tras una contra de manual, Silvia sellaba el tercero y, pese a las arengas de Óscar González desde la banda, agarrándose al tiempo restante para remontar como a un clavo ardiendo, ese tanto era la sentencia.
Y si no, ya lo sería el cuarto, a falta de tres minutos. De falta directa. Otro golazo, que tampoco logró hacer bajar la cabeza a un Parquesol que, con las bajas que arrastraba y la improvisada lesión de Maka a la media hora, no le perdió la cara al partido. Pero no mereció ganarlo.
Sería resultadista ahora decir que se echa de menos a Ali en ataque, o a Pau en defensa, que puede que sea verdad, y de hecho lo es, pero no es justo acordarse ahora y no cuando se gana, que siguen siendo igual de importantes. Tan solo se trató de una mala tarde que, eso sí, trunca una racha de cuatro victorias seguidas y mantiene a las de González en esa más que sobada cuarta plaza.
Ahora llega ese descanso, que no viene en buen momento, y por ello las naranjas desearán que pase cuanto antes para volver igual de fuertes que empezaron. Tras el parón, el Parquesol tendrá una nueva oportunidad para demostrar si merece estar por delante del Rayo o, por el contrario, seguir siendo trueno.
Rayo Vallecano B: Portomeñe, Pau Úbeda, Teruel, Marta, Perarnau; Esther (Dane, min. 74), Eva, Ana, Nuria (Raquel, min. 65); Ali (Ariana, min. 65) y Silvia (Jimena, min. 84).
CD Parquesol: Lucía Alba; Judy (Lore, min. 76), Noelia, Maka (Rivas, Min. 31), Kela (Ruth, min. 84); Barbi, Nata, Alexia, Sandra; Paulita y Charle.
Goles: 1-0 min. 30: Esther. 1-1, min. 33: Barbi. 2-1, min. 34: Ali. 3-1, min. 71: Silvia. 4-1, min. 87: Silvia.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 7 del Grupo V de la Segunda División Femenina, celebrado en la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano. Gran afluencia de público en un mediodía soleado y caluroso en Vallecas.