El triunfo ante el Parquesol (2-0), gracias a los goles de Marí y Cuéllar, certifica un campeonato forjado en un alto nivel coral por parte de los pupilos de Juan Carlos Pereira

Foto: Sergio Borja
No porque algo carezca de emoción deja de ser meritorio y, por ende, importante. Al Real Valladolid B le sobraron tres jornadas para ganar la Liga Nacional y se proclamó campeón de manera matemática después de vencer al CD Parquesol (2-0) a falta de todavía doce puntos por disputarse. Haber cosechado solo tres derrotas y once goles en contra en toda la temporada dejan claro que no hubo otro equipo que mereciera tanto el título.
Y lo certificaron con la solvencia que vienen mostrando a lo largo de todo el curso: con un triunfo sólido, ante un conjunto tan rocoso como es el parquesolino, que llegaba a Los Anexos con la intención de aguar la fiesta a sus vecinos, y que, sin embargo se marchó sin recompensa.
Es muy difícil ganar sin disparar a puerta, deben pensar los jugadores naranjas que, si bien por momentos dominaron al todopoderoso líder, apenas inquietaron la portería de Maxi en todo el partido. Sobre todo en una primera parte donde los locales fueron más incisivos y, gracias a ello, se adelantaron.
Marí pegó un chupinazo desde fuera del área que se coló por la escuadra. Ni siquiera pudo rozarla Ángel, que antes había sido el héroe de su equipo con una gran respuesta a un disparo de Óscar. Esa misma situación se repitió con el uno a cero en el marcador, con la misma resolución, lo que desesperó por momentos al delantero blanquivioleta.
Desde luego, Óscar fue un claro ejemplo de lo que se jugaba el Real Valladolid B: se mostró más vivo que nunca, luchó cada balón desde el primer minuto hasta el último y, pese a no encontrar el gol, fue una auténtica pesadilla para la defensa naranja, incluso con Arroyo en el campo.
Mejoría insuficiente del Parquesol
Los pucelanos no sentenciaron el encuentro en la primera mitad y a punto estuvieron de lamentarlo en la segunda, cuando vieron que el Parquesol no se daba por vencido. Pero lo cierto es que tampoco vieron peligrar el resultado, porque los de Manu Olivas presionaron, llegaron incluso a controlar el partido, pero a partir de tres cuartos de cancha se convirtieron en un equipo invisible.
Ni el esfuerzo de Álex –que dispuso de la acción más clara– ni la calidad de Galle –que volvió a dirigir al equipo desde el mediocampo– fueron suficientes para igualar la contienda, y según pasaban los minutos se hacía más necesario arriesgar y, en consecuencia, dejar más espacios al rival.
Era entonces cuestión de esperar un contragolpe que sentenciara el choque y, a su vez, el campeonato. Y ese momento llegó a falta de tan solo ocho minutos, del pie de un protagonista inesperado. Cuéllar, que salió desde el banquillo en el segundo acto, remató un centro a placer, marcó, y desató la algarabía tanto en la grada como en sus compañeros, que se lanzaron sobre él.

Foto: Sergio Borja
El campeón, líder
desde la segunda jornada
Y en esa montaña de jugadores realmente se vio reflejado el esfuerzo que conlleva mantenerse toda una campaña en la primera posición. Porque el Real Valladolid B nunca abandonó la cima. Se colocó líder en la segunda jornada y, pase lo que pase, terminará la temporada en la misma posición.
Es así gracias a una primera vuelta idílica, en la que los pupilos de Juan Carlos Pereira llegaron a estar nada menos que 833 minutos sin encajar un gol, y en la que no perdieron ni un solo partido. Solo algún bache en la segunda parte de la temporada hizo reducir las distancias con la CIA, pero nunca llegó a peligrar un liderato que, por constancia y regularidad, se ganó a pulso.
Por primera vez en la historia el Juvenil B del Real Valladolid se coronó como campeón. Por motivos obvios, seguirá en el Grupo III de la Liga Nacional, algo que no resta emoción a lo logrado, ni mérito, por mucho que l título ya estuviera teñido de blanquivioleta desde hace tiempo.
Real Valladolid B: Maxi; Cebri, Álex, Méndez, Gómez; Prada, Adrián (Cuéllar, min. 56), Cerro (Camilo, min. 71), Marí (Herva, min. 86), Alvi (Baba, min. 77) y Óscar.
CD Parquesol: Ángel; Rui (Arroyo, min. 41), Payo, Juan, Peña (Aman, min. 62); Galle, Mansi (Dani, min. 72), David, Eloy, Andrés (Pérez, min. 65) y Álex.
Goles: 1-0, min. 25: Marí. 2-0. min. 83: Cuéllar.
Árbitro: El colegiado Cañíbano Arias dirigió el encuentro, escoltado por sus asistentes. Amonestó con tarjeta amarilla a Alvi y Álex, del Real Valladolid B.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la Jornada 27 del Grupo III de la Liga Nacional, celebrado en Los Anexos ante alrededor de 200 espectadores. Tras finalizar el partido, los jugadores del Real Valladolid B celebraron el título sobre el césped.
