El Parquesol se da un festín en casa del colista y la Sur, pese a su corta convocatoria, obtiene el triunfo ante el Burgos UD y ya es sexta
La Liga Nacional todavía no ha decidido su campeón, pero ya ha otorgado el premio gordo del curso. El ascenso a División de Honor era un secreto a voces pero faltaba la confirmación oficial del Burgos, principal candidato desde que doblegara al Parquesol en la segunda jornada de la segunda vuelta. Nadie ha estado al alcance de unos números siderales. Desde ese encuentro, suma 31 de los 33 puntos posibles y acumula más de 2.700 minutos sin encajar. Una barbaridad que le hace disfrutar del premio a tres semanas de la conclusión.
A mayores, así se ha saldado el fin de semana de los equipos vallisoletanos de Liga Nacional:
Diocesanos 2-2 Real Valladolid B

Si el Real Valladolid B tenía complicado revalidar el título antes de empezar esta jornada, ahora esa dificultad aumenta un poco más. Podía pasar, pues los blanquivioletas llegaban a un campo muy complicado –los números lo dicen–, pero la victoria del Burgos en Ponferrada –la número quince de los últimos dieciséis partidos– hace que ahora la única manera de ser líderes pase porque los de Pechu pierdan un partido o, en su defecto, empatar dos.
La distancia entre ambos es de tres puntos, con el golaveraje particular igualado y el general ganado por los de Pereira –solo por un gol–. Aunque pudo ser peor, porque su equipo tuvo que levantar dos desventajas que se presentaron en casa del Diocesanos. Los locales se adelantaron al cuarto de hora con gol de Iván Vara, pero inmediatamente los visitantes reaccionaron con un nuevo tanto de Camilo, que sigue con su guante, pero que no sirvió para iniciar la remontada.
Porque nada más salir del descanso, el colegiado señaló un penalti a favor de los abulenses que se encargó de transformar Rodrigo. El Real Valladolid B necesitaba al menos puntuar y lo logró, gracias a un gol de Torres cuando el partido encaraba la recta final, que fue el anticipo al toque de corneta pucelano. Porque a partir de ese momento se volcó sobre el área local, sin éxito, porque ninguna de las ocasiones entró y el choque acabó en tablas.
Los tres equipos vallisoletanos empataron en el feudo de un Diocesanos que continúa a mitad de tabla. Los de Pereira, por su parte, recibirán a una Ponferradina prácticamente salvada, pero que querrá mojar en Anexos. Quedan tres finales y el hecho de no depender de sí mismos puede ser un factor clave.
Calasanz 0-7 CD Parquesol

Ningún jugador del Parquesol se había llevado un balón a casa en toda la temporada. Dicho de otro modo, nadie sumó un hat-trick. Hasta que llegó Dani Arrow, al que en el minuto 31 se le cruzó el cable, marcó gol, prólogo a sus sesenta minutos antológicos. En la jugada posterior metió el segundo, aprovechándose de una defensa perdida, que ya no resucitó en el resto del encuentro y se dedicó a encajar goles contra un conjunto naranja desatado, que echó en este choque todo el resquemor contenido de jornadas anteriores en las que las cosas no salían. Pero muerto el Perro –el Burgos, en División de Honor– se acabó la rabia.
Gonzalo marcó el tercero al filo del descanso y la segunda parte resultó tan plácida que Manu Olivas dosificó los minutos de sus jugadores. No los de Javi Suárez, portero cadete, que disfrutó del partido completo y hasta se permitió el lujo de lucirse en un par de acciones. En el otro área hizo lo propio Arrow, que selló su hat-trick –con caño incluido– y por el mismo pasillo, por el izquierdo, Dani Luengo, entre ruleta y ruleta, se sumó al festín con el quinto, después de salir del banquillo con David.
El delantero, incapaz de contener los celos de ver a su compañero marcar y él no, firmó el sexto. Ya sin celebraciones, pues la ventaja era muy amplia y el Calasanz, ya descendido, no tenía fuerzas para aguantar mucho más. Tampoco el lateral del Parquesol, Hugo, que con la pata chula metió el séptimo, con el que se estrenó en una temporada complicada para él, que a veces otorga premios inesperados como este. Así se redondeó un partido completo de los de Manu que, por fin, volvieron a sonreír. Incluso el disfrutón Rui, pese a no conformarse con jugar solo una hora.
Los naranjas parecen consolidar la cuarta plaza aunque la Cultural se aleja a cinco puntos. Eso sí, si da la casualidad de que suman nueve de nueve tienen posibilidades de darles caza porque los leoneses aún tienen que jugar con Puente Castro y Burgos Promesas.
Burgos UD 1-2 UD Sur
La Sur crece un poco más, pese a las bajas. Sin Bombín, Álvaro y Álex –lesionados–, sin César –sancioinado– y sin Moli, Víctor y Davo –que se marcharon con el Aficionado–, los de Alfonso Rodríguez consiguieron el triunfo en casa del Burgos UD, penúltimo clasificado. Los locales salieron a presionar, solo les valía ganar para luchar por una salvación ya imposible, pero el remedio fue peor que la enfermedad. Porque Ayllón encontró el primer espacio para regalarle el gol a Saúl, que no falló en el mano a mano.
El asistente se convirtió en goleador poco después, cuando el propio Ayllón se aprovechó de una jugada por banda derecha para rematar en dos tiempos el segundo. De esta manera, la Sur, como ocurrió en Segovia, adquirió una ventaja cómoda pero en vista de que este equipo es propenso a relajarse, cualquier exceso de confianza podía ser letal. Pese a ello, los burgaleses se acercaban tímidamente sin exigir demasiado a la defensa rojilla, hasta que en último minuto de la primera parte un chut desde fuera del área de David se coló en el arco de Jorge.
La ventaja pasaba a ser mínima, pero al menos el centro del campo visitante carburó y llevó el juego al campo del Burgos UD. Así llegaron los dobletes de Ayllón y Saúl, pero anulados por fuera de juego. Esto hizo sufrir a los encarnados, cansados, que veían cómo los rivales achuchaban, pero sin sufrir el empate esta vez y obligar a su pichichi, Saúl, a volver a actuar. Al menos, regresó al gol que falte le hacía para así afrontar de la mejor forma los últimos tres partidos de una temporada sobresaliente para él.
La Sur sube a la sexta plaza, el mejor resultado del curso, y le quedan nueve puntos para incluso amenazar la quinta que defiende el Puente Castro. Aunque tendrá que mirar por el retrovisor también, porque el rival que acude al Felicísimo esta semana es el Diocesanos, solo dos puntos por debajo.
